Asia y yo: conversaciones con artistas: Juan Navarro Baldeweg
Uno de los efectos de la globalización para el arquitecto y pintor Juan Navarro Baldeweg (Santander, 1939) es que "Japón no puede dejar de estar dentro de uno." Después de una década dedicado al paisaje, su interés por las energías, el viento y la lluvia, le conduce hasta el dragón chino, que "apacigua esas fuerzas que te superan". Tras su paso por el expresionismo abstracto americano, en el que ahonda en la caligrafía oriental, evoluciona a la separación por estratos. De Matisse y la miniatura persa aprende a valorar el ornamento, a pensar en la vivencia global "redibujando la habitación". Su principal objetivo es similar al de los grafiteros: incorporarse al mundo.