Isabel I de Inglaterra. Persistente, persuasiva, pragmática y virgen. Querían creer sus súbditos que era virgen.

Despreció a Felipe II. Dijo: “no eres para mí”. Y lo destrozó, sentimental y militarmente también, porque el desastre de la Armada Invencible Felipe II no lo olvidó nunca.

Ella quería siempre estar joven. La cara blanca… miren la cara.

El cetro, símbolo de poder. El armiño.

Era vanidosa. Era el centro. Tuvo un amante, a pesar de ser virgen. Y luego otro y otro y otro, y el pueblo soñó con su virginidad. Thomas Seymour fue su amante. A él lo decapitaron. Ella salió indemne… del escándalo. Ella le dio a los ingleses autoestima, fuerza, poderío. Ahí quedó. Nos está mirando. Isabel I de Inglaterra, la última Tudor.