La Oposición dentro del PRI y el cambio político en México, 1982-1992: crisis y transformación de un régimen autoritario

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Autor
Varela GuinotHelena
Fecha de publicación
1993
Editorial
Instituto Juan March
Serie
Trabajos de Investigación
Colección
CEACS: Tesis doctorales
Tipo
Monografías
Idioma
Español
Notas
Esta obra se presentó como tesis doctoral en el Programa de Doctorado de Ciencia Política\, Sociología y Antropología Social de la Universidad Autónoma de Madrid el 21 de enero de 1993. El Tribunal\, compuesto por los profesores doctores Carlos Alba (Presidente)\, Miguel Beltrán\, José Ramón Montero\, Julián Santamaría y Fernando Escalante\, le otorgó por unanimidad la calificación de Apto "cum laude". Director de Tesis: Juan José Linz. En este trabajo se analiza el proceso por el cual se llegó a la crisis política de 1988\, así como los cambios que se operaron en el régimen político mexicano después de esa fecha. La hipótesis de partida es que en 1988 se dieron las condiciones favorables para que se iniciara un proceso de transición a la democracia. De acuerdo con esto\, se explica por qué este proceso ocurrió en 1988 y no antes\, es decir\, la conjunción de factores que hicieron posible el inicio de una transformación del régimen político\, prestando especial atención a la crisis del régimen autoritario mexicano y al surgimiento de una alternativa al mismo. La tesis parte del análisis de las características generales del régimen político mexicano. Se explica por qué se trata de un autoritarismo un tanto singular\, debido a que junto a unas reglas formales esencialmente democráticas nos encontramos con unas prácticas autoritarias que son las que realmente trazan el funcionamiento de la vida política mexicana. Los elementos fundamentales de ésta son un presidencialismo muy fuerte\, con un aparato estatal que se constituía en el motor de la sociedad\, un partido del Estado omnipresente y una justificación de su poder combinando consideraciones de eficacia y legitimidad. Por otra parte\, se produce el surgimiento de una alternativa al régimen político\, generándose una dinámica de cambio. Específicamente\, se subraya la importancia de los movimientos de oposición dentro del régimen\, prestando especial atención al fenómeno de la corriente democrática que se manifestó en el seno del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la segunda mitad de la década de los ochenta. En la investigación se relacionan las dos cuestiones planteadas\, analizando las consecuencias de la conjunción de una crisis del régimen con la existencia de una alternativa al mismo. Asimismo\, se analiza la reacción de los diferentes partidos políticos ante los resultados de las elecciones de 1988\, a partir de la falta de credibilidad que tuvo que afrontar el régimen político mexicano\, y qué cambios se produjeron en el mismo después de 1988. De esta manera acabó apareciendo un nuevo panorama político. Éste presenta a un PRD relativamente marginado\, que ha carecido del empuje que tuvo el frente en las elecciones de 1988\, excepto en algunos Estados donde sigue teniendo una fuerte presencia (pero ésta no es reconocida por el gobierno). La falta de organización\, de un programa definido que haga ofertas concretas a la población y su empeño en su postura anti-gobierno ha contribuido a su debilitamiento; a ello hay que añadir las agresiones recibidas por el PRI para anular su influencia. Mientras\, el PAN sacó partido de su postura conciliadora con el PRI\, y hasta la fecha ha demostrado ser el partido político que se muestra más dispuesto a admitir una competencia política real y a dar a las elecciones el valor que tienen como procedimiento principal para designar a los gobernantes. Por lo que respecta al PRI\, éste sigue tratando de conservar el poder en todas las esferas\, aunque consciente de que a veces eso no es posible\, ha cedido terreno en el ámbito local. Esta apertura parcial hace pensar en una democracia selectiva\, impulsada (y concedida) por el jefe del ejecutivo. Pero sigue sin existir una voluntad manifiesta de limpiar los procesos electorales y de darle al voto la importancia que debería tener como mecanismo de expresión de la voluntad popular. El gobierno salinista consiguió eliminar los factores que más estaban impulsando un proceso democratizador en México: la transformación del régimen político mexicano se ha movido más en el terreno de la liberalización (apertura parcial\, conservando intacta la estructura del régimen) que en el de la democratización. Se han dado algunos cambios importantes\, pero hasta el momento no se puede hablar de la total democratización de la vida política mexicana: el fraude electoral\, el enorme poder del presidente o las violaciones a los derechos humanos son todavía materias pendientes del régimen mexicano. Por último\, se hace una reflexión sobre las perspectivas de la democracia en México. La democratización depende esencialmente de la fuerza que ejerzan la sociedad civil y los partidos políticos de la oposición. Si éstos no logran presionar al gobierno\, no es de esperar que éste emprenda cambios sustanciales. Mientras los distintos actores políticos no se planteen el problema de la reforma política desde el punto de vista del cómo se llega al poder y cómo se gobierna\, México se seguirá moviendo en el terreno de la liberalización. Es cierto que es necesario un cambio de la cultura política de la sociedad\, pero para ello la élite debe transmitir la imagen de que la democracia es más que un recurso retórico\, para lo cual debe empezar por ser la primera en respetar los procedimientos y las reglas del juego. El tiempo dirá cuándo el régimen político mexicano supera las asignaturas pendientes que tiene con la democracia.\,Helena Varela Guinot.Juan J. Linz\, director de tesis. 23 cm. Tesis doctorales / Instituto Juan March de Estudios e Investigaciones\, Centro de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales ; 4 (1993) Bibliography: p. [355]-391.
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