A principios de 1980, los fabricantes de sintetizadores comerciales intentaban proporcionar a la industria musical un medio que permitiera la conectividad universal entre sus equipos. El protocolo de interfaz MIDI fue establecido en 1984, después de muchos meses de cooperación y grandes disputas entre los fabricantes líderes de instrumentos electrónicos, como Roland, Oberheim, Sequential Circuits, Yamaha, Korg o Kawai. El protocolo MIDI fue diseñado para procurar dos objetivos esenciales: conectar y controlar los sintetizadores musicales, y vincular con precisión un ordenador a un sintetizador.
Sin embargo, entre los dos estándares, MIDI y MusicXML, existe una diferencia conceptual fundamental. En el formato MusicXML, la música se representa mediante conceptos semánticos que subyacen en la propia notación musical (en los márgenes de la música occidental). Por otra parte, el estándar MIDI está formado, únicamente, por una cadena de datos que representa una secuencia de valores de las notas y sus parámetros asociados. Esta diferencia da como resultado que el MusicXML represente de una manera precisa la totalidad de una partitura. Es decir, puede traducir los matices específicos de una notación musical determinada, así como la manera particular en la que se interpreta. Michael Good mostró en una presentación de MusicXML en 2013 (Beyond PDF – Exchange and Publish Scores with MusicXML) una eficaz comparación entre la transferencia de una partitura codificada en MIDI y el mismo fragmento en el estándar MusicXML.