La memoria del teatro musical en España
Ensayos de teatro musical español
Ignacio Jassa HaroEl teatro musical es una manifestación de la cultura española que ha gozado de una extraordinaria vitalidad durante, al menos, los últimos cuatro siglos de nuestra historia. Integra esta longeva y fértil herencia creativa un variado espectro de manifestaciones que van desde lo operístico al teatro declamado sazonado con canciones, incluyendo realidades tradicionalmente entendidas como quintaesencia de lo indígena (zarzuela, tonadilla) y otras leídas históricamente como peligrosas contaminaciones de nuestra musa patria (ópera italiana, opereta, musicales). Nuestra aproximación a la memoria del teatro musical en España pretende dirigir una mirada holística a ese panorama tan amplio como variado de lo músico-teatral abarcando en nuestro barrido desde el barroco a nuestros días.
Nuestra reflexión y recorrido se van a dirigir hacia la memoria dejada por esa extraordinaria tradición. Pero la memoria se almacena de muchas formas. Existe, por ejemplo, una preciosa memoria viva, que no vamos a explorar aquí, transmitida de generación en generación, y que heredan, por ejemplo, intérpretes (de maestros a discípulos), públicos (de padres a hijos) o empresarios (de consolidadas compañías a noveles competidores). Esa memoria se plasma en una multiplicidad de realidades intangibles como escuelas interpretativas, repertorios asentados y demandados, circuitos comerciales, etc., y cuenta con procedimientos propios para su estudio. Nosotros, en cambio, prestaremos nuestra atención a otra parte de esa memoria, la que ha quedado fijada en soportes materiales, esto es, en documentos, conservados hasta nuestros días por una enorme diversidad de coleccionistas, desde particulares hasta instituciones de la memoria.
Los cuatro siglos en los que vamos a fijarnos (desde el XVII al XXI) pueden dividirse de forma un tanto simplificadora en dos grandes períodos históricos: el Antiguo Régimen y el nuevo orden que se instaura en España tímidamente tras la Guerra de la Independencia, y de forma más clara a partir del reinado de Isabel II. La producción de espectáculos músico-teatrales en cada uno de estos períodos tiene dos principales modelos de emprendimiento. Mientras que durante los siglos XVII, XVIII y primeras décadas del XIX eran los coliseos públicos quienes copaban el grueso de los espectáculos sin perjuicio de iniciativas debidas al mecenazgo regio, nobiliario o eclesiástico (lo que no estuvo reñido en ocasiones con la existencia de empresarios que arriesgaban su dinero, aunque siempre en contextos de control de su actividad por las mentadas élites), un poco antes de la mitad del siglo XIX la emergencia y consolidación de la burguesía como principal estamento social provoca una completa mercantilización del espectáculo teatral. Surge así una estructura empresarial dinámica que copará desde entonces el grueso de la cartelera hasta llegar a nuestros días.
Fuentes del teatro musical en Madrid
Desde el punto de vista documental encontraremos una clara diferenciación en la localización de las fuentes generadas por el teatro musical durante estos dos períodos. Así, si la producción músico-teatral dada a la luz durante el antiguo régimen es trazable fundamentalmente a través de las colecciones archivísticas, bibliográficas o museísticas herederas de las instituciones públicas que tuvieron a su cargo los teatros o de los mecenas que pudieran estar detrás de algunas iniciativas artísticas, el corpus documental del teatro musical moderno ha quedado por lo general en manos de aquellas instituciones, empresas y particulares implicadas en la explotación comercial del mismo.
El grueso de las fuentes de las obras del teatro musical estrenadas en España se reparten entre dos principales instituciones, una depositaria del repertorio del antiguo régimen (circunscrito al principal foco de actividad, Madrid, y en concreto a sus teatros públicos) y la otra del repertorio moderno (explotado comercialmente en todo el territorio español e hispanoparlante desde mediados del siglo XIX). Nos referimos en el primer caso al Ayuntamiento de Madrid, que a través de su Biblioteca Histórica Municipal (BHM) –y de su Archivo de Villa– es heredero de los fondos documentales de los coliseos públicos que de dicha administración dependían. En el segundo caso aludimos a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) que en su Centro de Documentación y Archivo (CEDOA) atesora el repertorio músico-teatral producido por los socios de la entidad –repertorio que se encargó de administrar desde su creación en 1899, bajo el nombre de Sociedad de Autores Españoles (SAE)– así como los fondos editoriales de los archivos comerciales que explotaron el repertorio lírico estrenado durante la segunda mitad del siglo XIX y que acabaron siendo comprados por la propia SAE poco después de su nacimiento.
En estas dos colecciones excepcionales –parejas en la naturaleza y trascendencia de sus fondos– las dos principales tipologías documentales presentes son los materiales orquestales y los libretos (o apuntes) teatrales, imprescindibles para hacer posible una recuperación escénica del repertorio lírico hispano. En ambos fondos se conserva además un abundante número de partituras orquestales (en general empleadas para copiar a partir de ellas las particellas). En el caso de la colección de la primera biblioteca municipal madrileña la documentación procede de los fondos de los archivos de los propios teatros públicos (el del Príncipe, el de la Cruz y el de los Caños del Peral) mientras que para el caso del archivo de la SGAE, el conjunto documental se destinaba a su explotación por parte de la entidad en régimen de alquiler, de manera que los materiales orquestales y libretos que lo integran recorrieron los fosos orquestales de toda España y fueron llevados consigo por las compañías líricas que giraron por la América de habla española y por otras zonas de influencia hispana.
Los números que definen a ambas colecciones justifican nuestra apreciación de su relevancia. Si la colección de la BHM supera las cinco mil obras con fuentes musicales (incluyendo zarzuelas, sainetes, tonadillas, bailes, óperas, entremeses, etc.) el CEDOA de la SGAE cuenta con un volumen cercano a los diez mil títulos (repartidos entre zarzuelas, sainetes, operetas, óperas, revistas, etc.). Entre estos dos fondos se concentra más de la mitad de los cerca de veinticinco mil títulos del teatro musical español estrenados a lo largo de la historia según estimación de Luis Iglesias de Souza en su monumental publicación El teatro lírico español (que hay que precisar que no censa las obras con libreto en italiano); del grueso de la otra mitad es probable que no se conserven fuentes musicales y de una porción muy considerable ningún tipo de fuente. Aun así existen otras muchas colecciones patrimoniales que complementan parcelas ausentes en estos dos grandes fondos y de las que a continuación vamos a destacar las más significativas.
Otras fuentes
Para el caso del repertorio del antiguo régimen, teniendo en cuenta que la colección conservada en la BHM está circunscrita al ámbito de los teatros públicos de la villa de Madrid –que no fueron el único foco de creación, pues la corte contó con sus propios y relevantes espacios– hay una compleja casuística en la localización de fuentes. De singular importancia son los fondos vinculados a la corona, en general conservados por el Patrimonio Nacional (y fundamentalmente presentes en el Archivo General y en la Biblioteca del Palacio Real de Madrid así como en el Monasterio de El Escorial), aunque a veces por otras instituciones (como ocurre con la colección de tonadillas y de óperas donada por Amadeo de Saboya al Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, en cuya biblioteca se conserva). Otro importante conjunto tonadillesco mandado copiar por Barbieri en el siglo XIX se conserva en la Biblioteca Nacional de España (BNE) formando parte de su rico legado.
La BNE y la Biblioteca de Catalunya (BC) custodian importantísimas colecciones de teatro barroco español con abundantes fuentes dramáticas y más escasas pero muy relevantes fuentes musicales. El Centre de Documentació i Museu de les Arts Escèniques del Institut del Teatre (en Barcelona) y varias bibliotecas universitarias de todo el estado poseen adicionalmente relevantes colecciones de teatro aúreo español. En los archivos de diversas casas nobiliarias y de varias diócesis eclesiásticas figura asimismo repertorio músico-teatral vinculado a su mecenazgo o a sus prácticas artísticas y en ocasiones conformado por arias sueltas que testimonian la difusión y pervivencia de las músicas y sus cantables más allá de los límites del espacio teatral. No nos podemos olvidar por último de la presencia de fuentes musicales y literarias antiguas fuera de España, en general en territorios europeos con los que se establecieron estrechísimos lazos políticos y culturales (como Italia, Austria o Portugal) o en las principales urbes de la América de habla española; también se pueden rastrear fuentes en instituciones de la memoria anglosajonas llegadas allí como resultado de una larga tradición de coleccionismo bibliófilo.
Para el caso de la creación moderna generada casi exclusivamente en circuitos comerciales, lo que no se custodia en la SGAE es más excepcional y responde no tanto a una dispersión de fuentes como a unas dinámicas propias vinculadas a ciertas tipologías documentales. Por un lado existe un amplio conjunto de fuentes manuscritas originales de los compositores o dramaturgos bien en manos de sus descendientes y/o herederos, bien en las de instituciones en las se han depositado de manera aislada o conformando conjuntos. Aunque hay una larga nómina de bibliotecas y archivos que reúnen fondos personales de estas características destacan por su especialización en ellos la BC, la BNE, el Centro de Documentación Musical de Andalucía, la Biblioteca de la Fundación Juan March, el Museo Nacional del Teatro, el Archivo Vasco de la Música (ERESBIL) y el propio CEDOA de la SGAE. Estas mismas instituciones y otras muchas conservan asimismo fuentes musicales o literarias de las obras en sus colecciones generales.
Otras tipologías de fuentes musicales del teatro musical moderno son las ediciones de reducciones para canto-piano –trascendentales en la difusión del repertorio en la era pre-fonográfica– y los arreglos para distintos grupos instrumentales –vehículo de difusión de las músicas de la escena en otros ámbitos tanto públicos como privados–. Las regulaciones en materia de depósito legal y de defensa de la propiedad intelectual favorecieron que tanto la BNE como el conservatorio madrileño hayan reunido dos voluminosas colecciones de ediciones musicales de teatro musical, a las que hay que sumar fondos en numerosas bibliotecas de todo el país. Por su parte los textos teatrales modernos editados están también amplísimamente representados en las principales bibliotecas.
Pero la aproximación documental a la creación del teatro musical en España no puede reducirse a la localización de las músicas y libros de las obras estrenadas, entre otras cosas porque no siempre estas fuentes han llegado hasta nosotros. El repertorio antiguo de hecho ha tenido dificultades de pervivencia material por el propio carácter las más de las veces coyuntural de sus estrenos y puestas en escena; la pérdida de vigencia de las obras hacía que la conservación de sus fuentes no fuera una preocupación. En época moderna este hecho es menos notable pero no deja de observarse (quedando por ejemplo patente en el reaprovechamiento posterior de materiales de obras que no gozaron de éxito, algo no siempre trazable con facilidad). Más allá de esta razón práctica, fijar nuestra atención en otras fuentes documentales relacionadas con los autores o con el resto de agentes vinculados a la creación (intérpretes, empresarios, teatros, editoriales, censura teatral) permite multiplicar las perspectivas desde las que abordar el estudio de una realidad compleja como es el teatro musical.
Así archivos administrativos, epistolares o diplomáticos, especialmente bien barridos en lo que al repertorio antiguo se refiere, son auténticos tesoros donde la musicología y la teatrología han hallado multitud de piezas con las que ir reconstruyendo el complejo puzle de la historia del teatro musical español. Los fondos personales o institucionales que empiezan a proliferar en muchos archivos o bibliotecas nos permiten asimismo una aproximación a tipologías documentales tan variadas como borradores de música o texto, correspondencia entre autores, intérpretes, creadores plásticos y empresarios, fotografías, figurines, bosquejos escenográficos y grabaciones video o fonográficas de los espectáculos, reseñas críticas de estrenos o reposiciones, programas de mano, folletos de argumento y cantables y cartelería, documentación administrativa generada por la producción músico-teatral, etc., etc. Para el acceso a este tipo de fuentes a las clásicas instituciones archivísticas y museísticas o a las principales bibliotecas generalistas o especializadas mencionadas más arriba hay que sumar modernos centros de documentación como los gestionados estatalmente por el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (Centro de Documentación Teatral y Centro de Documentación de Música y Danza, ambos con sede en Madrid) o sus homólogos de algunas comunidades autónomas, que ofrecen ricas colecciones y valiosos instrumentos de búsqueda.
Nos resta para completar este bosquejo de las fuentes del teatro musical en España aludir a las de naturaleza bibliográfica tanto las publicaciones periódicas como las monografías. En el primer caso recogen desde carteleras a críticas, pasando por autocríticas, crónicas o entrevistas. En el segundo podemos encontrar en ellas estudios, biografías, ediciones críticas o meros anecdotarios sobre el teatro musical. Las hemerotecas (hoy en día muchas de ellas accesibles en línea) y las bibliotecas (también en muchos casos virtuales) cubren el acceso a esos otros testimonios documentales con los que acercarnos a ese gran legado de la cultura española que es el teatro musical.
Bibliografía
- Mapa del patrimonio musical en España. Madrid, Centro de Documentación de Música y Danza, 2016. [recurso en línea, último acceso: 4 de febrero de 2017]
- IGLESIAS DE SOUZA, Luis: El teatro lírico español. La Coruña, Diputación Provincial, 1991-1996. (4 volúmenes).
- JASSA HARO, Ignacio: "El patrimonio documental zarzuelístico: Una aproximación a los fondos y a las instituciones que los custodian", en Alberto GONZÁLEZ LAPUENTE y Alberto HONRADO PINILLA (eds.): Horizontes de la zarzuela. Cuenca, Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero, 2014, pp. 61-90.
- MUÑOZ CÁLIZ Berta: Fuentes y recursos para el estudio del teatro español. Madrid, Centro de Documentación Teatral, 2011-2012.
[I: Mapa de la documentación teatral en España (.PDF - 2 MB)].
[II: Guía de obras de referencia y consulta (.PDF - 2,7 MB)]
[último acceso: 4 de febrero de 2017]
Ignacio Jassa Haro Centro de Documentación y Archivo-SGAE
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