La zarzuela y su futuro

Ensayos de teatro musical español

Alberto González Lapuente

¿Cómo mantener la vigencia de un género histórico? El conocimiento de las fuentes y su difusión, la promoción y la adaptación al contexto de hoy pueden ser algunas soluciones.

José López Silva, Carlos Fernández-Shaw, Ruperto Chapí: "La Revoltosa". Nueva producción del Teatro de la Zarzuela con dirección de escena de José Luis Arellano y musical de David Rodríguez. Integrada en el Proyecto Zarza para la difusión del género entre los jóvenes implica una profunda adaptación musical de Javier López de Guereña y textual. Teatro de la Zarzuela, marzo de 2017. © Javier del Real, Teatro de la Zarzuela.
José López Silva, Carlos Fernández-Shaw, Ruperto Chapí: La Revoltosa. Nueva producción del Teatro de la Zarzuela con dirección de escena de José Luis Arellano y musical de David Rodríguez. Integrada en el Proyecto Zarza para la difusión del género entre los jóvenes implica una profunda adaptación musical de Javier López de Guereña y textual. Teatro de la Zarzuela, marzo de 2017. © Javier del Real, Teatro de la Zarzuela.

La zarzuela moderna siempre tuvo mala salud de hierro. Apenas había comenzado a asentarse, avanzada la década de los treinta del XIX, y Barbieri ya escribía sobre "los grandes y multiplicados esfuerzos por introducir en el gusto del público las palabras españolas cantadas". Casi de inmediato empezaría a frecuentarse un vocabulario no exento de confianza: reforma, recuperación, resurgimiento, modernización, renovación…. son términos de extraordinaria vigencia a lo largo del tiempo.

La zarzuela pasaría media vida reinventándose mientras se consumía en un frenesí de títulos de los que apenas ha quedado una porción significativa. La diversificación de formatos y contenidos será notable, en gran medida porque el propósito artístico y estético inicial derivó pronto en un producto de entretenimiento al arbitrio de la moda, es decir, de una coyuntura que, durante un siglo, estará obligada a transformarse en muy distintas categorías con el fin de mantener pujanza ante un publico ansioso de novedades.

José López Silva, Carlos Fernández-Shaw, Ruperto Chapí: "La Revoltosa". Nueva producción del Teatro de la Zarzuela con dirección de escena de José Luis Arellano y musical de David Rodríguez. Integrada en el Proyecto Zarza para la difusión del género entre los jóvenes implica una profunda adaptación musical de Javier López de Guereña y textual. Teatro de la Zarzuela, marzo de 2017. © Javier del Real, Teatro de la Zarzuela.
José López Silva, Carlos Fernández-Shaw, Ruperto Chapí: La Revoltosa. Nueva producción del Teatro de la Zarzuela con dirección de escena de José Luis Arellano y musical de David Rodríguez. Integrada en el Proyecto Zarza para la difusión del género entre los jóvenes implica una profunda adaptación musical de Javier López de Guereña y textual. Teatro de la Zarzuela, marzo de 2017. © Javier del Real, Teatro de la Zarzuela.

Hoy, asumida ya la consideración de género histórico, la zarzuela sobrevive tratando de encontrar una definición solvente o, como se ha escrito, asumiendo la condición de "realidad a debate". La circunstancia es paradójica por lo que tiene de viejo debate en un contexto actual. La diferencia está en la necesidad de captar a un público al que, desvinculado del pálpito de contemporaneidad que la zarzuela representaba, le mueven intereses distintos a la mera consideración del género como fenómeno cultural de notable importancia en la historia musical y social española. Y el público sigue siendo imprescindible si se quiere mantener la realidad teatral de la zarzuela. Lo contrario significaría contradecir su naturaleza reduciéndola a mero objeto de estudio teórico. Las ideas que se desarrollan a continuación no pretenden ser estrictamente originales. En los últimos tiempos se ha puesto de manifiesto un interés por el futuro de la zarzuela, como bien puede deducirse de la aproximación bibliográfica incluida. Este texto debe mucho a las opiniones que allí se incluyen y a otras fuentes menores, al margen de algunas otras propias nacidas de la observación y la experiencia. Nada es definitivo. Todo queda sometido al juicio de una realidad que apunta hacia cambios sintomáticos.

Desde que la zarzuela dejó de estar viva, ha sucedido en varias ocasiones. En la segunda mitad de los años cincuenta, coincidiendo con el extraordinario proyecto discográfico liderado por el director Ataúlfo Argenta y la reinauguración del Teatro de la Zarzuela, recién reformado por la Sociedad General de Autores Españoles (SGAE).

Otro momento referencial, más cercano a nosotros, tiene su origen en la celebración de las Jornadas sobre actualidad y futuro de la zarzuela, celebradas en noviembre de 1991 y de las que ha quedado un volumen revelador que se incluye como punto de partida.

Poco después surgieron varias iniciativas que han pretendido "actualizar" la zarzuela, ya sea desde la perspectiva científica (con abundancia de estudios y ediciones), ya desde la escénica (con propuestas más propias de la realidad-dramático teatral de nuestro tiempo, tal y como el Teatro de la Zarzuela las ha producido), incluso en referencia a un nuevo, irregular y revelador catálogo de registros sonoros y visuales.

Enrique Paradas, Joaquín Jiménez, Jacinto Guerrero: "El sobre verde". Producción de la Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero con dirección de escena de Alberto Castrillo-Ferrer y musical de Nacho de Paz. Integrada en la programación de las Jornadas de zarzuela, implica un arreglo para jazz-band del propio director musical. Teatro Auditorio de Cuenca, octubre de 2016. Fotografía: MakingUCLM.
Enrique Paradas, Joaquín Jiménez, Jacinto Guerrero: El sobre verde. Producción de la Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero con dirección de escena de Alberto Castrillo-Ferrer y musical de Nacho de Paz. Integrada en la programación de las Jornadas de zarzuela, implica un arreglo para jazz-band del propio director musical. Teatro Auditorio de Cuenca, octubre de 2016. Fotografía: MakingUCLM.

Retomando el concepto de "realidad a debate", y ante el cambio de paradigma que, en muchos aspectos, forzó la crisis económica de 2008, hay que observar nuevas iniciativas como las Jornadas de zarzuela organizadas desde la Fundación Guerrero, en cuyo foro se ha discutido generosamente sobre el futuro inmediato.

Por supuesto, hablar de zarzuela en términos generales es complejo y hasta confuso. Ya se ha dicho que a lo largo de su existencia han sido muchas las circunstancias, los modos y los propósitos que le han dado forma. Por ello, aunque aquí se ha procurado generalizar a partir de concepto globales, algunos argumentos se aproximarán mejor a un repertorio que a otro. Para alguien mínimamente informado no será difícil dilucidar el matiz.

El estudio

Asumida la condición de género histórico, la zarzuela necesita el soporte científico como fuente de propagación. El avance hecho en los últimos tiempos es poderoso y las consecuencias que de ello se derivan tienen mucho que ver con su actual vigencia y manera de presentarse.

Es difícil entender hoy en día una edición musical o literaria que no venga avalada por el rigor de las fuentes y su interpretación. Pero para resolver su realidad práctica, la zarzuela necesita avanzar de manera interdisciplinaria. Los teóricos asumiendo que los estudios musicales, literarios y teatrales deben interconectarse. Y todos ellos formalizando una relación fluida con el intérprete, musical y teatral, que ha de poner en práctica las tesis y teoremas, hacer útil su trabajo.

No es ocioso creer también en la relación del género con otras manifestaciones artísticas. Pensar en una zarzuela escrita contemporáneamente es una ficción difícil de materializar, más allá del artificio. El acicate ha de estar en el repertorio como germen de inspiración: del artista plástico al director teatral; del compositor al dramaturgo.

Las fuentes

La frenética y volátil cotidianeidad de la zarzuela llevó a la construcción de un mercado editorial muy ágil y atento a las ediciones de uso inmediato ya fueran libretos, arreglos para bandas, pequeñas agrupaciones instrumentales… o la publicación de números fundamentales para canto y piano. El trabajo realizado en las últimas décadas por diversas instituciones y editoriales, y la actual implicación de un centro de referencia como el archivo de la SGAE, abrió el camino hacia un fondo de catálogo de referencia.

La labor editorial es fundamental en el trabajo de difusión. Un texto solvente contribuye a expandir el repertorio favoreciendo la interpretación y cualquier otra forma de representación como el registro audiovisual de la obra. Asentar un proyecto editorial, vinculando a otras entidades similares de carácter internacional, promover la grabación y distribución sin menoscabo del medio, ha de ser un empeño tan esencial como el de ordenar y facilitar el acceso a archivos y fondos documentales. El ánimo y el coraje de varios pioneros de la zarzuela dieron forma a la Sociedad de Autores. La protección y custodia del patrimonio se ha de conciliar con la facilidad de acceso a las fuentes.

Luis de Olona / Francisco Asenjo Barbieri: "Los dos ciegos". Coproducción de la Fundación Juan March y el Teatro de la Zarzuela integrada en el proyecto Teatro musical de cámara. Dirección de escena de Pablo Viar y musical de Rubén Fernández Aguirre. Fundación Juan March, mayo de 2015. © Dolores Iglesias, Archivo Fundación Juan March
Luis de Olona / Francisco Asenjo Barbieri: Los dos ciegos. Coproducción de la Fundación Juan March y el Teatro de la Zarzuela integrada en el proyecto Teatro musical de cámara. Dirección de escena de Pablo Viar y musical de Rubén Fernández Aguirre. Fundación Juan March, mayo de 2015. © Dolores Iglesias, Archivo Fundación Juan March

El gesto

La zarzuela fue un género flexible, atento a la experiencia diaria sobre el escenario. La utilidad y la eficacia teatral fueron herramientas del éxito: se modificaban libretos, se alteraba el orden de los números musicales, incluyendo otros nuevos o el transporte a otros registros. Reconstruir escénicamente el género es una labor compleja. El estricto carácter museístico se aviene mal con su naturaleza. Ha cambiado el sentido del ritmo escénico, se manejan medios técnicos más complejos y sutiles, se abordan espacios escénicos con peculiaridades propias.

Es necesario estudiar con humildad, diferenciando lo accesorio de lo esencial y procurando poner en valor la singularidad de cada obra. El ejercicio es complejo pues en la zarzuela tiene mucho valor el "ambiente" y, no siempre, el esqueleto dramático. Aun así, una interpretación "fiel" hecha con honradez puede ser tan relevante como una "reinvención". En ambos casos se asume la labor del director de escena como recreador.

El imaginario de la zarzuela es una hipótesis tan singular que obliga a evitar dogmatismos ante el texto y la música, a asumir formatos diversos y a experimentar en direcciones estéticas aparentemente contradictorias.

El eco

La sonoridad instrumental y cantante de la zarzuela es un eco perdido que debería reinventarse. Hablar de interpretación históricamente informada no es lo exacto. La zarzuela se hizo, en muchas ocasiones, sacando pecho ante un entorno musical y una gestión de quebradiza calidad: orquestas desequilibradas, cantantes con la preparación justa, coros desiguales, usos instrumentales ahora en desuso y tradiciones interpretativas olvidadas. Ataúlfo Argenta hizo tabla rasa imponiendo un canon interpretativo musical y homogéneo que aún pervive. Pero la tendencia del siglo XXI apunta hacia otros horizontes.

Recrear, combinando el rigor histórico y la calidad, demanda investigar la declamación, huir del canto convencional, imaginar una sonoridad idealizada. La presencia de los "especialistas" ha sido en muchos casos una rémora de difusas tradiciones. Involucrar a intérpretes procedentes de campos y territorios aparentemente disímiles debería entenderse como forma de enriquecimiento. Crear escuela. El vals vienés, la opereta incluso, se interpreta por todo el mundo y nadie le niega su autoría.

La promoción

En la prensa, en los cafés con sus músicos, editando postales, folletines y panfletos, a través de la radio, mediante el disco…, la zarzuela supo rodearse de un márquetin poderoso. De ser hoy, habría utilizado internet, se habría consolidado en proyectos audiovisuales de muy distinta naturaleza, habría procurado servirse de los soportes digitales. Hay mucho por hacer en este terreno en una doble dirección: difundir con sentido propagandístico (por incómoda que resulte la palabra) y facilitar el conocimiento.

La zarzuela apenas se integra en la realidad educativa aun siendo un fenómeno que mantiene un constante diálogo con la realidad histórica y social que le dio cobijo. Una vez más hay que reconocer la presencia marginal, no ya de la zarzuela, sino de otras formas más "elevadas" de cultura en el proceso educativo. Ganar público depende de ello. La radio, la televisión, los medios informativos tan lejanos a la agenda cultural, también tienen su culpa.

Luis de Olona / Francisco Asenjo Barbieri: "Los dos ciegos". Coproducción de la Fundación Juan March y el Teatro de la Zarzuela integrada en el proyecto Teatro musical de cámara. Dirección de escena de Pablo Viar y musical de Rubén Fernández Aguirre. Fundación Juan March, mayo de 2015. © Dolores Iglesias, Archivo Fundación Juan March
Luis de Olona / Francisco Asenjo Barbieri: Los dos ciegos. Coproducción de la Fundación Juan March y el Teatro de la Zarzuela integrada en el proyecto Teatro musical de cámara. Dirección de escena de Pablo Viar y musical de Rubén Fernández Aguirre. Fundación Juan March, mayo de 2015. © Dolores Iglesias, Archivo Fundación Juan March

La rentabilidad

Cuando el concepto de industria cultural se hizo común, la zarzuela había cerrado su ciclo vital. Sin embargo, los procedimientos que permitieron su supervivencia se explican bien desde la definición de un término que da sentido al arte como fuente de gratificación… y de negocio. La zarzuela fue una empresa poderosa de la que participaron por igual compositores, libretistas, intérpretes y empresarios, sin que tales categorías sean excluyentes. La historia de la zarzuela y sus transformaciones formales y semánticas se explican estupendamente desde la perspectiva económica en tanto la taquilla fue una forma de financiación y de riqueza (por no hablar del negocio editorial y de la industria del disco).

Comprobada la imposibilidad de mantener el negocio autofinanciándose, se hace imprescindible la ayuda exterior. La subvención y el patrocinio son recursos necesarios si se quiere mantener un rescoldo suficientemente representativo.

La frontera

Enrique Paradas, Joaquín Jiménez, Jacinto Guerrero: "El sobre verde". Producción de la Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero con dirección de escena de Alberto Castrillo-Ferrer y musical de Nacho de Paz. Integrada en la programación de las Jornadas de zarzuela, implica un arreglo para jazz-band del propio director musical. Teatro Auditorio de Cuenca, octubre de 2016. Fotografía: MakingUCLM.
Enrique Paradas, Joaquín Jiménez, Jacinto Guerrero: El sobre verde. Producción de la Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero con dirección de escena de Alberto Castrillo-Ferrer y musical de Nacho de Paz. Integrada en la programación de las Jornadas de zarzuela, implica un arreglo para jazz-band del propio director musical. Teatro Auditorio de Cuenca, octubre de 2016. Fotografía: MakingUCLM.

La zarzuela sobrevivió siendo algo cercano y comprensible. Pero la cercanía hay que crearla y la comprensibilidad hacerla posible. Subtitular, traducir, facilita el entendimiento y rompe el límite lingüístico. En su tiempo, la zarzuela importó títulos extranjeros y no dudó en adaptar, transcribir y convertir. La inmutabilidad se aviene mal con el género. El respeto es necesario pero también jugar con la música, transformar el texto hacia espectáculos originales y atractivos que llamen la atención.

El arreglista y el dramaturgo necesitan su espacio en la zarzuela actual. Porque las fronteras son cada día más artificiales. Nada puede tener futuro si se circunscribe a un espacio limitado e infranqueable. La zarzuela nunca lo hizo. Se sirvió de la caricatura, la parodia, la recreación… manteniendo un diálogo abierto con la actualidad social y artística contemporánea.

El icono

La zarzuela tuvo la inteligencia de construir un teatro cuando todavía era un sueño de varios entusiastas. Se inauguró en 1856, gracias al empeño de Francisco Asenjo Barbieri proporcionando al "género bastardo" un lugar donde crecer. A partir de ahí han sido muchos los momentos de incertidumbre: incendio y amenazas urbanísticas incluidas. Pero hoy el proyecto se consolida como centro público de referencia en el que, más allá de la personalidad otorgada por sus gestores, procura la escenificación del género con calidad musical y actualidad teatral, además de proponer otras iniciativas cercanas a la promoción y divulgación.

La construcción del Teatro de la Zarzuela fue una decisión clarividente, una apuesta decidida en defensa de un teatro musical que aún estaba por formalizar. Durante la refriega hubo quien opinó que el titulo de la fachada era demasiado pretencioso, prefiriendo el de Ópera Cómica o Teatro Lírico Español. Nunca se podrá agradecer lo suficiente a Barbieri que fabricara una imagen de marca. El futuro inmediato de la zarzuela depende, en gran medida, del orgullo con el cual este teatro que siga defendiéndola.

Bibliografía

  • BARCE BENITO, Ramón: Actualidad y futuro de la zarzuela. Actas de las Jornadas celebradas en Madrid del 7 al 9 de noviembre de 1991, Madrid, Editorial Alpuerto, 1994.
  • BRANDERBERGER, Tobias: "La zarzuela hoy: desafíos de un objeto ¿evanescente?", en Tobias Branderberger (ed.): Dimensiones y desafíos de la zarzuela, Berlín LIT Verlag, 2014, pp. 9-19.
  • GONZÁLEZ LAPUENTE, Alberto: "La zarzuela y sus derivados", en A. González Lapuente (ed.): Historia de la música en España e Hispanoamérica, vol. 7. La música en España en el siglo XX, Madrid, Fondo de Cultura Económica de España, 2012, pp. 423-511.
  • GONZÁLEZ LAPUENTE, Alberto y HONRADO PINILLA, Alberto: Horizontes de la zarzuela. Libro de las Jornadas de zarzuela 2013, Cuenca, Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero, 2014.
  • JASSA HARO, Ignacio y MEJÍAS GARCÍA, Enrique: "La mayoría de edad de la zarzuela en el siglo XXI (1998-2015)", en Tobias Branderberger y Antje Dreyer (eds.), La zarzuela y sus caminos. Del siglo XVII a la actualidad, Münster, LIT Verlag, 2014. LIT Ibéricas 8.

Alberto González Lapuente Músico

Todos los ensayos

  1. Un paseo por la historia del teatro musical en España

    Teatro de la Zarzuela en blanco y negro

    Una visión panorámica de la genealogía y evolución de los diversos géneros de teatro musical en España.

    Javier Huerta Calvo
  2. En los orígenes del teatro musical

    Fragmento de la ilustración Quem-quaeritis-Tropus

    En la Edad Media, vinculados a la liturgia, aparecieron los primeros ejemplos de teatro musical.

    Alicia Lázaro
  3. La edad de oro del género chico

    Fragmento La Gran Vía

    Las últimas décadas del siglo XIX vieron florecer el género chico, del que son emblemas La Gran Vía o La verbena de la Paloma.

    Fernando Doménech Rico
  4. La ópera española de vanguardia

    Selene

    Desde los años sesenta, la vanguardia musical comienza a experimentar con el teatro musical.

    Jorge Fernández Guerra
  5. Una saga de grandes libretistas: los Fernández-Shaw

    Guillermo y Carlos Fernandez Shaw

    La Revoltosa, Luisa Fernanda o La vida breve deben sus libretos a Carlos Fernández Shaw y a sus hijos, Guillermo y Rafael.

    José Prieto Marugán
  6. El entremés cantado o baile dramático

    Jocoseria

    El entremés cantado es un género del Siglo de Oro con personajes populares que alterna partes cantadas y recitadas.

    Abraham Madroñal
  7. El melólogo y otras formas dieciochescas

    Partichela original del primer violín del melólogo paródico

    El melodrama o melólogo, que aunaba música y declamación, triunfó a finales del XVIII gracias a autores como Tomás de Iriarte.

    Virginia Gutiérrez Marañón
  8. El público del teatro musical: del Liceo a la Zarzuela

    Ilustración del Teatro Apolo

    El éxito del género chico se debe a un cambio en los hábitos de consumo del público madrileño.

    Pilar Espín Templado
  9. Orígenes de la zarzuela

    Los celos. Mercurio y Argos

    La segunda mitad del siglo XVII vio nacer la zarzuela, que tenía entonces argumentos mitológicos.

    Álvaro Torrente
  10. La tonadilla escénica

    La Tirana

    La tonadilla escénica triunfará en la segunda mitad del siglo XVIII, se hibridará con la ópera italiana y recibirá críticas ilustradas.

    Alberto Romero Ferrer
  11. El teatro musical como espectáculo

    Primero y Segundo

    El frágil equilibrio entre escenografía, música y texto ha originado distintas visiones a lo largo de la historia.

    Ignacio García
  12. Los bufos en España

    Los sobrinos del capitán Grant

    El actor Francisco Arderíus y sus Bufos Madrileños promovieron el repertorio de Offenbach, que revolucionó el teatro musical.

    Serge Salaün
  13. Barbieri o la lucha por una lírica nacional

    Retrato de Barbieri

    Compositor, director, musicólogo y empresario, Barbieri es sin duda la figura más importante del teatro musical en la España del XIX.

    Emilio Casares Rodicio
  14. La ópera flamenca

    Cansinos Assens

    La ópera flamenca vivió su apogeo entre 1924 y 1934, además de abriendo el género a un amplio público.

    Francisco Gutiérrez Carbajo
  15. El teatro frívolo: las variedades y la revista

    Teatro frívolo

    Tramas desenfadadas, músicas ligeras, escenografías atractivas y guiños eróticos hicieron triunfar estos géneros.

    Eduardo Huertas
  16. Hacia una ópera española: de Pedrell a Albéniz

    La creación de una "ópera nacional" centró los esfuerzos de Bretón o Pedrell, pero también de Albéniz o Granados.

    Víctor Sánchez
  17. Entre tradición y vanguardia: El retablo de Maese Pedro, de Manuel de Falla

    Representación de El retablo de Maese Pedro en el Teatre Liceu de Barcelona

    Obra para teatro de títeres basada en un episodio de la segunda parte de El Quijote, e instrumentada para orquesta de cámara y cantantes

    Carol Hess
  18. Ramón de la Cruz y la zarzuela en el siglo XVIII

    Gregorio Ferro (dibujo) y Manuel Salvador Carmona (grabado), "Música y Poesía", grabado para La música de Tomás de Iriarte, 1779

    Creador de la zarzuela moderna, fue uno de los autores más exitosos de la segunda mitad del siglo

    Joaquín Álvarez Barrientos
  19. El musical del siglo XXI

    "El rey león" (2011). Teatro Lope de Vega, Madrid

    De ser un género "menor", ha pasado a ser una reconocida manifestación artística y comercial

    Alejandro Postigo
  20. Farinelli en España

    La gestión de Farinelli puso el teatro musical en España a un nivel hasta entonces desconocido

    José María Domínguez
  21. La zarzuela en la América Hispana

    La calurosa acogida de la zarzuela en América se debió al fuerte vínculo cultural con España.

    Mª de los Ángeles Chapa Bezanilla
  22. El teatro musical después de Calderón

    El teatro musical mantuvo la grandeza y boato del género tras la muerte de Calderón.

    Julio Vélez Sainz
  23. El empeño de lo breve: Teatro Musical de Cámara

    El teatro breve fue el único capaz de adaptarse a las distintas modas y circunstancias que atravesaron el siglo XX.

    Elena Torres Clemente
  24. Paradojas de la gestión de la ópera

    La singularidad de la ópera consiste en su complejidad formal y, por lo tanto, en su inmensa complejidad potencial de sentido.

    Joan Matabosh
  25. La memoria del teatro musical en España

    Una mirada holística al panorama músico-teatral abarcando en nuestro barrido desde el barroco a nuestros días.

    Ignacio Jassa Haro