Herminio Molero

Diez preguntas a… Herminio Molero

Para Herminio Molero (Toledo, 1948) el zen y el yoga hindú han supuesto una forma de estar en el mundo y han generado un tipo de obra artística: el zen ha influido sobre su poesía concreta, con John Cage, el Tao Te King y los libros de Alan Watts como referencia; y el yoga hindú sobre sus mandalas, con la influencia de George Harrison, Ravi Shankar, y el LSD. Ha viajado "en trenes, aviones, barcos, carros, mulas y otros medios de transporte", pero, para él, el único viaje que aporta sabiduría es el viaje mental. Estudió dibujo artístico por correspondencia, y en los años setenta formó un dúo teatral con Pedro Almodóvar. Con 26 años se encaminó hacia la música electrónica y el sintetizador, y acabó formando el grupo de rock Radio Futura. En un viaje a París ve en directo la obra de Warhol, Lichtenstein y Rauschenberg, y se convierte en defensor de Los Esquizos de Madrid, un grupo de artistas que apostaron por la pintura figurativa a la que incorporaron ingredientes de la cultura de masas y de su propia memoria personal. Sobre la globalización advierte: "Cuando se mezclan muchos pigmentos diferentes desaparecen los colores. ¿No terminaremos echando de menos que queden países extraños por conocer?".

¿Considera que, en algún momento y aunque sea de manera puntual, ha habido en su obra una relación con la cultura, el pensamiento o el arte de Asia oriental (Japón o China), India, Tíbet, Nepal o el sudeste asiático? ¿Cómo caracterizaría esa relación o influencia? ¿Es de tipo formal y visual o intelectual y literaria?
"Influencia mística" creo que sería el término más adecuado en mi caso. Primero como militante beatnik estuve muy influenciado por la forma de vida zen, particularmente tibetano. A partir de 1967, como tantos hippies de la primera época, por el hinduismo. La influencia tanto del zen como del yoga hindú fue, ante todo, una forma de vida, una forma de "estar" en el mundo. Dicha forma de vida o dicha mística dio lugar a un determinado tipo de obra artística: el zen dio paso a la poesía concreta y el yoga a los mandalas.
¿Cuáles han sido sus puntos de referencia, sus fuentes y sus experiencias personales en torno a este tema?
En el zen podría mencionar a John Cage, el Tao Te King y los libros de Alan Watts. Del hinduismo, Swami Vivekananda, Sri Aurobindo, el Bhagavad Gita y, ¡cómo no!, la introducción de la música hindú en Occidente por George Harrison y su maestro Ravi Shankar, así como el uso cultural del LSD.
Eudald Serra, viajero infatigable, dijo: "Hay que verlo todo. Todo lo que sepas lo sabrás porque lo hayas visto, no porque te lo hayan dicho". ¿Ha viajado y conocido personalmente aquellos lugares por cuya filosofía, estética, tradición y arte se ha sentido atraído?
No estoy de acuerdo con tal frase, me parece excesivamente simple. Mi cuerpo ha viajado en trenes, aviones, barcos, carros, mulas y otros medios de transporte, pero el único viaje que aporta sabiduría es el viaje mental.
¿Cómo se ha enfrentado a esas referencias que le han interpelado o cómo ha trabajado con ellas?
Incorporándolas a mi forma de vivir y, después, a mi actividad artística. En mi caso, el arte, incluso la técnica artística, son fruto de una forma de ser, de vivir. Y mi vida, aunque en unos periodos está más influida que en otros por la mística oriental, ha generado unas técnicas orientales que aún uso, aunque nunca he hecho (creo) "orientalismo".
¿Considera que este encuentro fue una relación puntual, efímera, parcial o algo que ha calado hasta convertirse en parte de sí mismo? ¿Respondía ese encuentro a una sintonía personal?
Creo que ya he contestado. Primero, mística, luego una forma de vivir, una forma de ser y, finalmente, una forma de trabajar.
Relación, influencia, copia, inspiración, punto de partida, reconocimiento de lo propio en el otro o en lo ajeno… En su caso, ¿cuál cree que es el término más adecuado para describir el fenómeno del que estamos hablando? ¿Y si hablamos más en general del arte contemporáneo español?
Vuelta a la respuesta anterior. Como una forma de vida. En cuanto a los demás artistas, me es difícil opinar; a este respecto, mis colegas me suelen dejar tan perplejo como (supongo) yo a ellos.
Relación, influencia, copia, inspiración, punto de partida, reconocimiento de lo propio en el otro o en lo ajeno… En su caso, ¿cuál cree que es el término más adecuado para describir el fenómeno del que estamos hablando? ¿Y si hablamos más en general del arte contemporáneo español?
Pasando por alto el banal "orientalismo" de la Belle Époque, yo citaría la poesía de San Juan de la Cruz y, a través de su influencia, la de la Generación del 27: Miguel Hernández, Federico García Lorca, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre…
¿En qué momento piensa que esta influencia ha sido más significativa? ¿En la primera mitad del siglo XX, a partir de los años cincuenta, en la década de los setenta o a partir de los noventa?
Aparte de lo expuesto en la respuesta anterior, la mayor influencia social de Oriente en Occidente se produjo durante los años sesenta con el "hipismo". Además del citado George Harrison, conjuntos como Incredible String Band, Quintessence y tantos otros propiciaron, tanto con su música como con sus portadas y puestas en escena, el mayor acercamiento, la mayor simbiosis entre ambos mundos. No olvidemos que el "hippismo" fue el primer movimiento sociocultural que abarcó todo el planeta. El segundo es la actual globalización.
¿Considera que el público acepta de buen grado estas aportaciones ajenas? En su opinión, ¿tiene el público deseos de exotismo?
Debo reconocer que en los últimos veinte años vivo dedicado a la exploración del yo y hace tiempo que perdí el interés por lo que piensa el público.
¿Considera que el fenómeno de la globalización, que ha relativizado las distancias en el espacio y en el tiempo, ha acentuado las influencias mutuas entre los distintos ámbitos culturales? ¿Los ha vuelto más permeables, pero también más superficiales?
Me parece que cuanto más intenso sea el efecto de la globalización, menos sentido tendrá hablar de influencias culturales. Todos los pintores sabemos que cuando se mezclan muchos pigmentos diferentes desaparecen los colores, solo existe el medio-ocre-gris. ¿No terminaremos echando de menos que queden países extraños por conocer, con los que confraternizar? Si todos somos iguales, desaparece la segregación, pero también desaparece la posibilidad de la confraternización, del conocimiento del "otro".