- ¿Considera que, en algún momento y aunque sea de manera puntual, ha habido en su obra una relación con la cultura, el pensamiento o el arte de Asia oriental (Japón o China), India, Tíbet, Nepal o el sudeste asiático? ¿Cómo caracterizaría esa relación o influencia? ¿Es de tipo formal y visual o intelectual y literaria?
- Desde que estudiaba en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando. Me llamaron mucho la atención los artistas japoneses como Sengai, Hiroshige, Utamaro y, sobre todo, Hokusai. De todos ellos me interesó el tratamiento del movimiento y el espacio. En el caso de Hokusai, su propia vida es un ejemplo de creatividad muy peculiar. Me he inspirado en ese hecho vivencial… e inquietante de este artista durante muchos años.
- ¿Cuáles han sido sus puntos de referencia, sus fuentes y sus experiencias personales en torno a este tema?
- El Japón del siglo XVIII.
- Eudald Serra, viajero infatigable, dijo: "Hay que verlo todo. Todo lo que sepas lo sabrás porque lo hayas visto, no porque te lo hayan dicho". ¿Ha viajado y conocido personalmente aquellos lugares por cuya filosofía, estética, tradición y arte se ha sentido atraído?
- Nunca he viajado a Japón, pero estudié la obra de los artistas japoneses y, en particular, el grabado del siglo XVIII.
- ¿Cómo se ha enfrentado a esas referencias que le han interpelado o cómo ha trabajado con ellas?
- Reflexiono sobre sus trabajos y amplío la documentación sobre el contexto histórico y cultural de la época.
- ¿Considera que este encuentro fue una relación puntual, efímera, parcial o algo que ha calado hasta convertirse en parte de sí mismo? ¿Respondía ese encuentro a una sintonía personal?
- Toda la obra que he realizado desde los años ochenta tiene un componente de inquietud y búsqueda de las características sociales y artísticas de Hokusai, tanto en mis dibujos, como en mi pintura y, sobre todo, en las maquetas de la serie Casas de Hokusai.
- Relación, influencia, copia, inspiración, punto de partida, reconocimiento de lo propio en el otro o en lo ajeno… En su caso, ¿cuál cree que es el término más adecuado para describir el fenómeno del que estamos hablando? ¿Y si hablamos más en general del arte contemporáneo español?
- Mimetismo, y en gran medida superficial, formal, con muy poco contenido, porque no es posible crear con conceptos de una cultura (en este caso del Japón milenario) con millones de acentos muy sutiles.
- ¿En qué medida cree usted que el pensamiento y la cultura asiáticas y su plasmación material (artes plásticas, jardinería, teatro, poesía, etc.) han influido en el desarrollo del arte contemporáneo? ¿Y, de nuevo, en el caso español?
- Han influido mucho, pero creo que de una forma estéril, porque se ha inspirado, en todo caso, en lo formal. O sea, en una decoración refinada y útil.
- ¿En qué momento piensa que esta influencia ha sido más significativa? ¿En la primera mitad del siglo XX, a partir de los años cincuenta, en la década de los setenta o a partir de los noventa?
- En España, la influencia más significativa se produjo sobre todo a través de Antoni Tàpies, Fernando Zóbel y su generación. Y también fue importante el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca. Y su magnífica biblioteca.
- ¿Considera que el público acepta de buen grado estas aportaciones ajenas? En su opinión, ¿tiene el público deseos de exotismo?
- Yo creo que tiene curiosidad por algo impuro y fácil, por la imitación de Oriente, con su falta de agresividad visual y encanto tranquilizador (excepto algunos artistas japoneses).
- ¿Considera que el fenómeno de la globalización, que ha relativizado las distancias en el espacio y en el tiempo, ha acentuado las influencias mutuas entre los distintos ámbitos culturales? ¿Los ha vuelto más permeables, pero también más superficiales?
- La globalización está deteriorando el arte nacional de muchos países. No hay un intercambio cultural profundo. Pero sí la colonización conceptual, formal e ideológica de una sola tendencia que ya sabemos de dónde proviene.
Diez preguntas a… Gerardo Aparicio
Inicialmente, Gerardo Aparicio (Madrid, 1943) se interesa más por el dibujo y las técnicas de estampación que por la pintura. Lo que más le llama la atención de Asia oriental es la vida de Hokusai. El famoso autor de Treinta y seis vistas del monte Fuji vivió 96 años y cambió de casa 74 veces, siempre rodeando dicho monte. Este hecho vivencial e inquietante fue el punto de partida de Casas de Hokusai, una serie de maquetas y dibujos en los que introdujo elementos simbólicos de la biografía del artista japonés. Así descubre que Hokusai busca la energía que la casa le produce, y cuando se agota, se va. Aparicio, que solo ha cambiado dos veces de estudio, trabaja en la energía creativa de la casa, que para él alberga la forma de pensar de una cultura: "Hay casas que matan, que reviven, casas alegres… las casas cambian tu energía." El artista ha expuesto en museos de Madrid, Cuenca y Nueva York.