Jordi Teixidor

Diez preguntas a… Jordi Teixidor

Artista silencioso, amante de la poesía y la filosofía, Jordi Teixidor (Valencia, 1941) ha descubierto en la filosofía la belleza del pensamiento. Su obra se basa en la reflexión, algo que "no era habitual en el arte español" y que le otorgaría el Premio Nacional de Artes Plásticas en 2014. En los ochenta abandona Valencia para instalarse en Madrid, tras ejercer de conservador en el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca y vivir varios años en Nueva York. En conversación con Chantal Maillard ha llegado a escribir: "El color es peligroso. Como las bellas palabras". Como a otros artistas, la forma estructural y lingüística del haiku le interesó también plásticamente por su mecanismo austero y su ausencia de lo superfluo. Se vio atraído en especial por la Escuela de Kyoto, los filósofos japoneses que atienden a la filosofía germánica de Heidegger sobre el ser y la nada. Su relación cultural con Japón, a donde nunca ha viajado, ha sido a través de los libros.

¿Considera que, en algún momento y aunque sea de manera puntual, ha habido en su obra una relación con la cultura, el pensamiento o el arte de Asia oriental (Japón o China), India, Tíbet, Nepal o el sudeste asiático? ¿Cómo caracterizaría esa relación o influencia? ¿Es de tipo formal y visual o intelectual y literaria?
Mi relación con la cultura de Asia oriental, solo Japón, se ha establecido principalmente, si no únicamente, por medio de la filosofía. A través de la lectura de Amador Vega conozco la obra La religión y la nada de Keiji Nishitani y la escuela de Kioto, ampliamente estudiada en el libro de James W. Heisig [Filósofos de la nada. Un ensayo sobre la escuela de Kioto].
Otra conexión con la cultura japonesa se establece a partir de mi interés por la arquitectura, en este caso, entre otros, por Kenzō Tange, Arata Isozaki y sobre todo Tadao Andō.
La relación, más que una influencia, ha supuesto una ampliación del conocimiento. Una ayuda para profundizar en la reflexión. La considero necesaria a la hora de enfrentarme a mi pintura.
¿Cuáles han sido sus puntos de referencia, sus fuentes y sus experiencias personales en torno a este tema?
Véase la respuesta a la pregunta anterior.
Eudald Serra, viajero infatigable, dijo: "Hay que verlo todo. Todo lo que sepas lo sabrás porque lo hayas visto, no porque te lo hayan dicho". ¿Ha viajado y conocido personalmente aquellos lugares por cuya filosofía, estética, tradición y arte se ha sentido atraído?
No.
¿Cómo se ha enfrentado a esas referencias que le han interpelado o cómo ha trabajado con ellas?
La formulación de los conceptos de vacío, nihilismo o ausencia se halla implícita en la elaboración de mi obra.
¿Considera que este encuentro fue una relación puntual, efímera, parcial o algo que ha calado hasta convertirse en parte de sí mismo? ¿Respondía ese encuentro a una sintonía personal?
El encuentro fue consecuencia de una búsqueda. No supuso un cambio radical, sino un paso coherente que me permitió ampliar el espacio de reflexión.
Relación, influencia, copia, inspiración, punto de partida, reconocimiento de lo propio en el otro o en lo ajeno… En su caso, ¿cuál cree que es el término más adecuado para describir el fenómeno del que estamos hablando? ¿Y si hablamos más en general del arte contemporáneo español?
Reconocimiento en lo otro. En el arte contemporáneo español, sería más adecuado hablar de inspiración.
¿En qué medida cree usted que el pensamiento y la cultura asiática y su plasmación material (artes plásticas, jardinería, teatro, poesía, etc.) han influido en el desarrollo del arte contemporáneo? ¿Y, de nuevo, en el caso español?
En general, poco. Hay épocas históricas (a finales del siglo XIX, con algunos impresionistas, o ya a principios del siglo XX) en las que sí se reconoce su influencia. En el caso español, prácticamente nada.
¿En qué momento piensa que esta influencia ha sido más significativa? ¿En la primera mitad del siglo XX, a partir de los años cincuenta, en la década de los setenta o a partir de los noventa?
En los años setenta.
¿Considera que el público acepta de buen grado estas aportaciones ajenas? En su opinión, ¿tiene el público deseos de exotismo?
No creo que al público le importe mucho, si es que se entera.
Se trata de un exotismo hecho de tópicos, más bien centrifugado en máquinas de consumo.
¿Considera que el fenómeno de la globalización, que ha relativizado las distancias en el espacio y en el tiempo, ha acentuado las influencias mutuas entre los distintos ámbitos culturales? ¿Los ha vuelto más permeables, pero también más superficiales?
Ha acentuado las influencias, desde luego, pero de forma absolutamente superficial.
Basta como ejemplo citar los "grandes cruceros".