Algunos filósofos han dicho que la música es el lenguaje de las emociones. Incluso Platón decía, hace más de dos mil años, que la música era capaz de transformarnos y hacernos mejores personas. El improvisador musical debe dominar la técnica, pero también debe conocer la forma de transmitir las emociones a través de la música.
Desde el nacimiento al cine, allá por 1895, la música ha estado acompañando siempre a las películas. Durante el periodo del cine mudo, un pianista se sentaba debajo de la pantalla y, muchas veces, improvisaba en función de las escenas de la película.
Fijaos en esta escena de la película de Charles Chaplin El circo de 1928. Aunque en el vídeo aparece con música (porque el propio Charlot creó una música específica para la película que fue añadida con posterioridad), hemos de suponer que en aquellos años un pianista se encargaría de acompañar las imágenes en los pequeños cines.
https://www.youtube.com/embed/EOu_9K9pjno
La utilización de la música en el cine puede ser un poco perversa porque puede cambiar el significado de las imágenes. ¿Habéis oído hablar de la película El resplandor? Es una de las películas más famosas de Stanley Kubrick y una de las películas “de miedo” más vistas de todos los tiempos. Hay una famosa escena, que podréis ver a continuación, en la que a un inocente niño se le aparecen fantasmas…
A continuación podrás ver un trailer de la película con la música original y otros dos vídeos con las mismas imágenes acompañadas por músicas de distinto tipo. Observa cómo varía la significación de las imágenes al estar junto a una música u otra.