Recitales para jóvenes de la Fundación Juan March

MÚSICAS NO ESCRITAS:
EL PODER DE LA IMPROVISACIÓN

Guía didáctica para el profesor

¿Con partitura o sin partitura?

Una partitura es una representación gráfica que contiene signos que expresan ideas musicales. Con una partitura podemos conocer, por ejemplo, la altura de los sonidos, su duración, la velocidad de ejecución, la intensidad, etc. Los compositores han utilizado las partituras para que no se pierdan sus creaciones y, gracias a que desde hace varios siglos se desarrolló una escritura musical, hoy en día podemos interpretar la música del pasado, que de otra forma se habría perdido.

Habrás observado que muchos músicos utilizan normalmente una partitura para traducir musicalmente los signos escritos sobre el papel; sin embargo, hay tipos de música en los que no es necesaria su utilización.


Observa las siguientes escenas musicales y responde brevemente a las preguntas que te formulamos.

¿Podrías indicar qué tipos de música aparecen en las imágenes?
¿Cuáles utilizan partituras y cuáles no?
¿Podrías indicar otros tipos de música que no utilicen partituras?


a. Un poco de historia: ¡no todo fue escrito!

Gracias a las partituras, los intérpretes convierten en música los signos que un compositor ha escrito sobre el papel, en ocasiones con mucha precisión. Sin embargo, a lo largo de la historia de la música occidental ha habido momentos en los que los intérpretes han introducido sus propias ideas musicales, muchas veces de forma improvisada; en otros casos los compositores han dejado espacios para la improvisación. Veamos algunos ejemplos a lo largo de la historia.

Tras la caída del imperio romano en el siglo V, la música en Europa occidental fue inicialmente preservada gracias a la memoria y transmitida oralmente. Así, por ejemplo, se conservaron y transmitieron el canto de la Iglesia católica (que luego se denominará canto gregoriano). Sin embargo, antes de que fuera escrito, los cantores solían improvisar en algunas partes de la misa. Así lo cuenta San Agustín (354-430), uno de los padres de la Iglesia, en uno de sus escritos, al describir la ornamentación melismática que solían hacer los cantores sobre la última sílaba de la palabra Alleluia. Ese largo melisma que ornamenta los Alleluias del canto gregoriano se denomina Iubilus. Aunque hoy en día esos largos melismas aparecen escritos, hemos de suponer que en los primeros tiempos del cristianismo el Iubilus era improvisado.

Señala en la partitura el Iubilus, ese largo melisma que los monjes solían improvisar en los tiempos remotos del cristianismo.

https://www.youtube.com/watch?v=MZPm0hN_J9M

Alleluia: Pascha Nostrum (Gregorian Chant)


Siglos después, algunos teóricos comienzan a describir un fenómeno que probablemente llevaba haciéndose muchos años. En el siglo IX aparecen los primeros escritos que describen unas prácticas polifónicas, es decir, la interpretación simultánea de voces diferentes. Esas prácticas consistían en incorporar una línea melódica a la ya existente gregoriana. Las nuevas líneas melódicas se improvisaban, y los cantantes debían conocer las consonancias apropiadas y las fórmulas cadenciales adecuadas para que la interpretación resultase al gusto de la época.   

A comienzos del Renacimiento (finales del siglo XIV y comienzos del XV), algunos compositores como John Dunstable o Guillaume Dufay incorporaron a sus obras una técnica de improvisación armónica popular, que consistía en añadir líneas melódicas paralelas a una distancia interválica de terceras y sextas.


Guillaume Dufay

John Dunstable

Comprueba, a través de la audición de las dos grabaciones que te proponemos a continuación, la sonoridad de la polifonía de estos autores marcada por la utilización de las consonancias de terceras y sextas paralelas. 

https://www.youtube.com/watch?v=PwhHWObVKho

Pro Musica Antiqua – Dufay: Hymne: Vexilla regis

https://www.youtube.com/watch?v=lMoyfuCbnjs

Hilliard Ensemble – Quam pulchra es


¿Podrías escribir una línea melódica paralela a distancia de tercera mayor descendente? Escucha después el resultado y observa cómo muchas canciones populares se armonizan de esa manera.

Durante el Barroco (aproximadamente entre 1600 y 1720), los intérpretes podían incorporar muchas elementos a la música que no estaban escritos en la partitura. Por ejemplo, los cantantes ornamentaban las melodías con múltiples adornos. También solían improvisar los encargados de realizar el bajo continuo, puesto que el compositor sólo escribía una sencilla línea melódica grave que los intérpretes desarrollaban añadiendo acordes, arpegios y adornos de distinto tipo.


Observa el vídeo que te proponemos. Verás que la partitura es muy sencilla, mientras que la línea melódica que desarrolla la cantante y el acompañamiento que realiza el guitarrista incorporan muchas otras notas que no están escritas.


http://www.youtube.com/watch?v=ClXFHhaACgs



Con la aparición del concierto virtuosístico en la segunda mitad del siglo XVIII y, sobre todo, durante el siglo XIX, los compositores dejaron a los ejecutantes virtuosos un espacio en la partitura para mostrar sus capacidades interpretativas: la cadenza. Esta parte del concierto, que se realiza momentos antes de finalizar un movimiento, tiene su origen en los finales de las arias operísticas que los cantantes aprovechaban para demostrar sus habilidades vocales. Más adelante, las cadencias se harán también en los conciertos para instrumentos solistas. En la cadenza la orquesta deja de tocar y el intérprete tiene un espacio disponible, si así lo considera, para improvisar de forma virtuosística. Además de las cadencias, los compositores podían utilizar indicaciones en la partitura para dejar que el intérprete aportara algo de su propia cosecha; cuando se escribía ad libitum, que en latín significa “a voluntad” o “libremente”, el músico podía alterar o añadir algo nuevo a lo que estaba escrito.


Escucha este fragmento del Concierto para violín nº 1, Op 99 de Dimitri Shostakovich, que interpreta David Oistrakh.


http://www.youtube.com/watch?v=Jk786KRIkQw



b. Clásicos de la improvisación

La improvisación, como hemos podido comprobar, siempre ha tenido un lugar en la música europea. Algunos de los grandes compositores de la música clásica tuvieron fama, no solo de grandes intérpretes, sino de magníficos improvisadores. Frescobaldi, Buxtehude, Bach, Haendel, Mozart y Beethoven, por citar los más conocidos, eran capaces de crear al mismo tiempo que estaban interpretando.


¿Serías capaz de reconocer a los músicos que aparecen en estas imágenes
y ordenarlos de acuerdo con su fecha de nacimiento?


c.
Johann Sebastian Bach retado por un rey

Existe una curiosa anécdota que da cuenta de la extraordinaria habilidad de Johann Sebastian Bach para la improvisación. En el año 1747 en una visita que hizo al rey de Prusia Federico II el Grande, el monarca retó a Bach a improvisar una fuga sobre una melodía que él mismo dijo haber compuesto. La melodía era la siguiente:

Bach aceptó el reto e improvisó sobre aquel tema. Más adelante publicó una obra que tituló Ofrenda musical, que se basa en el Tema Regium o Tema real, aportado por el rey. Su título original es Das Musikalische Opfer y se trata, en definitiva, de una colección de cánones, fugas y otras piezas de música para tecla. Fue publicada en 1747, semanas después del encuentro entre Bach y el rey.

https://www.youtube.com/watch?v=rN2p3NgqWos

http://www.youtube.com/watch?v=EV2QxoQN7Yk&feature=related

http://open.spotify.com/album/3nLNeP3OrsxI2sKnzJ4x0w

http://open.spotify.com/album/3nLNeP3OrsxI2sKnzJ4x0w


d.
Las increíbles aptitudes musicales del joven Mozart

Los biógrafos de Mozart nos cuentan que desde que era un niño tuvo una especial habilidad para la improvisación. Gracias a las lecciones de su padre, el compositor y violinista Leopold, el joven Mozart se convirtió en un músico prodigioso, capaz de retener en su cabeza complicadas estructuras musicales y, por supuesto, crear e interpretar al mismo tiempo.

Observad este fragmento de la película Amadeus (Milos Forman, 1984). Describe supuestamente el momento en el que el emperador de Austria recibe a Mozart para encargarle la composición de una ópera. Para festejar el acto, Antonio Salieri, compositor de cámara del emperador, compone en su honor una marcha de bienvenida que Mozart escucha de manos del emperador.  Mozart rechaza la partitura que le regala el monarca porque con tan solo oírla una vez, se ha quedado grabada en su memoria y, ante los atónitos ojos del emperador y los músicos de la corte, se atreve a modificar sobre la marcha la obrita de Salieri.


https://www.youtube.com/watch?v=-ciFTP_KRy4


Se ha extendido la idea de que a Mozart le gustaban mucho las fiestas. Es cierto que tenía un carácter infantil y alegre, sin embargo, debió de tener poco tiempo para las diversiones porque, aunque vivió pocos años, compuso tanta música que sus biógrafos no se explican de dónde sacaba el tiempo. En la siguiente escena de la película Amadeus podemos ver al músico salzburgués improvisando a la manera de otros creadores.


https://www.youtube.com/embed/yp0mOKH0IBY


En el fragmento se cita a los compositores Johan Sebastian Bach, Georg Friedrich Haendel, Christoph Willibald Gluck y Antonio Salieri. ¿Podrías averiguar la nacionalidad de cada uno y el periodo artístico al que pertenecen?

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