Recitales para jóvenes de la Fundación Juan March

MÚSICAS NO ESCRITAS:
EL PODER DE LA IMPROVISACIÓN

Guía didáctica para el profesor

¿Improvisar con una sola nota?

Improvisar viene del latín improvisus (que significa imprevisto) y es un término que describe, en líneas generales, la composición e interpretación en la música de forma simultánea. Improvisar se relaciona con lo espontáneo y la creación no premeditada, y se contrapone a la creación formal, en la cual los detalles de una pieza musical son planeados y fijados antes de su interpretación.

La improvisación existe en todas las culturas musicales, aunque su valoración es muy diferente. En la música occidental, como hemos tenido ocasión de comprobar, la improvisación suele ser excepcional en el repertorio culto o académico. Sin embargo, se da frecuentemente en la música tradicional y, sobre todo, en el jazz. En otros lugares, como por ejemplo en ciertas áreas de África, hacer música lleva implícita la idea de improvisación, es decir, la música no se compone previamente ni existen partituras que la fijen o la transmitan; esencialmente hacer música es improvisar.

Para hacer música no es necesario saber leer partituras. Tampoco hay que tener grandes conocimientos musicales. Hay pueblos ancestrales en África en los que todos sus miembros hacen música, por tanto, no existe esa diferenciación entre el músico y el oyente o espectador porque todos participan en las actividades musicales.

Te proponemos que comiences a improvisar de una forma muy sencilla: con una sola nota. No es necesario tener a mano un instrumento, porque puedes hacer música con tu propia voz. Se trata de modificar todos los parámetros del sonido excepto, claro está, el de la altura.

  • Cambia la duración de las notas (notas largas o breves).
  • Altera la intensidad de los sonidos (sonidos fuertes o débiles, crescesdo o diminuendo).
  • Varía el ritmo (compases binarios, ternarios o compuestos, síncopas, notas a contratiempo, etc.).


Una vez que lo hayas hecho con una sola nota, prueba a incorporar más sonidos.

Probablemente hayas oído hablar de Antonio Carlos Jobim, un compositor de bossa nova brasileño que compuso una canción titulada Samba de una nota sola. La primera estrofa tiene una melodía compuesta, como dice el título de la canción, con una única nota. Luego, como suele ser habitual en este tipo de música, se improvisa sobre esa melodía principal. Escucha atentamente la interpretación del propio autor.


http://www.youtube.com/watch?v=VZegHk4qDaQ&feature=related


Ahora escucha una versión que sobre esa canción realiza la cantante Ella Fitzgerald. Como podrás ver y oír, Ella Fitzgerald canta sin utilizar la letra original, y en su lugar utiliza una serie de palabras sin sentido del tipo skoobie-doobiebee-bop-a-lulaboop-boop-a-doop, etc., convirtiendo la voz en una especie de instrumento. Esa técnica se llama scat y fue popularizada, sobre todo, por Louis Amstrong en los años veinte. Ella Fitzgerald desarrolló de una forma muy notable este tipo de canto, como podemos apreciar en el siguiente vídeo.


http://www.youtube.com/watch?v=PbL9vr4Q2LU&feature=related


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