Recitales para jóvenes de la Fundación Juan March

MÚSICAS NO ESCRITAS:
EL PODER DE LA IMPROVISACIÓN

Guía didáctica para el profesor

Una escala pentatónica: la mejor amiga de la improvisación

La escala pentatónica, como su propio nombre indica, está compuesta por cinco tonos o notas. Se ha utilizado en muchas culturas musicales, sobre todo en Oriente y en África. En la música popular del continente europeo también hay ejemplos de melodías que utilizan la escala pentatónica. En el sigo XX, el jazz y el rock han hecho uso de esta escala de forma muy habitual.

Una forma muy sencilla de hacer una escala pentatónica es evitando las notas Fa y Si de la escala diatónica mayor. De esta manera obtenemos los siguientes grados:

Si os dais cuenta, las distancias interválicas que hay entre los grados pueden ser de tono, o de tono y medio:

Otra forma de conseguir una escala pentatónica es tocando las teclas negras de un piano, entre las que se producen las mismas distancias interválicas que hemos señalado anteriormente:

La escala pentatónica es muy adecuada para la improvisación porque, al carecer de grados a distancia de semitono, no hay que tener en cuenta la nota sensible, la dominante o la tónica, como ocurre cuando se improvisa sobre una escala diatónica mayor.

Cuando hacemos música con la escala pentatónica rápidamente nos viene a la cabeza la música de Oriente. Las culturas musicales de Asia han utilizado desde tiempos ancestrales diversos tipos de escalas pentatónicas.

Ejercicio: Improvisa sobre la escala pentatónica. Puedes utilizar alguno de los siguientes patrones rítmicos que te proponemos. También puedes combinarlos o crear tu propio patrón rítmico.

Ejemplo patrones rítmicos

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