Formas de bailar la música es el título de este recital que incluye obras del repertorio para violín y piano que van desde el barroco hasta el siglo XX. Todas las composiciones tienen la común circunstancia de haber sido inspiradas por la danza o el baile. Algunas de ellas fueron concebidas para acompañar los movimientos de los danzantes; otras, sin embargo, pertenecen al ámbito de la música de danza estilizada, es decir, inspirada en esquemas o pautas bailables, pero cuya interpretación no estaba necesariamente vinculada al acompañamiento de una danza.
Se ha seguido un orden cronológico, siguiendo no la fecha de composición sino la época de la danza a la que alude la obra. Así por ejemplo, el recital se abre con la Siciliana y el Rigodón al estilo de Francoeur de Kreisler, una obra compuesta en el siglo XX pero basada en danzas del periodo barroco. La mayor parte de las obras pertenecen al repertorio de la música culta europea. No obstante, el concierto se cierra con una versión del tango de Carlos Gardel Por una cabeza, que representa el impulso de la música y el baile popular en las primeras décadas del siglo XX.