El vals es, sin duda, el baile que mejor representa al Romanticismo y al siglo XIX. Cuando pensamos en un vals nos vienen a la mente las imágenes de un salón burgués decimonónico en el que las parejas bailan al son de una orquesta con un característico movimiento circular. El vals que escucharemos en este recital, no obstante, pertenece a esas obras inspiradas en la música de baile, que fueron escritas para el puro deleite auditivo.
Esquema rítmico del vals
La palabra vals deriva del francés valse, que a su vez proviene del término alemán Waltz. Aunque los orígenes de esta danza son inciertos, su denominación procede del verbo alemán walzen que significa rotar o girar. Define una danza de salón que se acompaña de una música escrita en un compás de tres partes, con un tempo moderado. El vals no solo fue el baile más popular durante el siglo XIX sino que, probablemente, ha sido la forma de danza que mayor influencia haya tenido en la historia de la música. Los más importantes compositores del siglo XIX y de comienzos del XX lo incluyeron en formas musicales más complejas.
Aunque desde la segunda mitad del siglo XVIII se encuentran referencias a este tipo de baile en Alemania y en Austria, su popularización llegaría en la centuria siguiente. Los compositores que dieron forma al vals decimonónico fueron Josehp Lanner (1801-1843) y, sobre todo, la familia Strauss, autores de obras que son mundialmente conocidas.
La obra que se interpretará en este recital fue compuesta por Fryderyk Chopin, considerado como el mayor compositor de los salones parisinos de comienzos de la era romántica. Había nacido en una aldea a sesenta kilómetros de Varsovia, en el centro de Polonia, en 1810. El pequeño Fryderyk tenía un don natural para el piano. De niño tocaba a menudo en las mansiones aristocráticas y antes de cumplir los ocho años participó en un concierto público. Cuando tenía 21 años se trasladó a París. En poco tiempo se convirtió en el profesor de moda; frecuenta los salones de la aristocracia y la burguesía parisina y entabla amistad con conocidos compositores, escritores y artistas en general.
Entre las obras musicales más destacadas de Chopin se encuentran pequeñas piezas para piano que se agrupaban en colecciones de estudios, nocturnos y, sobre todo, danzas. Chopin sintió predilección por las danzas más populares de su país de origen, como las mazurkas y las polonesas, y también por el baile de moda en los salones parisinos, el vals. Esta danza social había inspirado a otros compositores como Schubert o Weber, que trasladaron al piano la música que triunfaba en Viena gracias a las composiciones de Josef Lanner o Johann Strauss. Sin embargo, Mendelssohn dijo de los valses de Chopin que no tenían más que el nombre. Robert Schumann también se refirió a los valses del pianista polaco diciendo que eran “un breve poema en el que imaginamos al músico echar una mirada hacia las parejas que bailan, pensando en cosas más profundas que el baile”.
¿Sabías que la melodía que utilizan como tono de llamada los teléfonos Nokia forma parte de un vals? La historia es muy curiosa. En el año 1993 Nokia lanzó un anuncio televisivo utilizando un fragmento del Gran Vals para guitarra del compositor español Francisco Tárrega (1852-1909).
Enlace anuncio Nokia:
Luego la compañía tomó únicamente cuatro compases de aquel fragmento (del 14 al 17 en la partitura original), modificó la última nota para concluir en una cadencia perfecta y lo convirtió en el primer todo de llamada identificable con la marca Nokia.
Tono de Nokia
Francisco Tárrega compuso este Gran Vals en 1902, cuando la tecnología telefónica estaba prácticamente en proceso de formación e implantación. Nunca hubiera imaginado que en el futuro su pequeña melodía de cuatro notas sonaría 1800 millones de veces por día, unas 20000 veces segundo.