Un amante de la vida, tierno e impertinente, melancólico y de una serenidad mística, mitad monje, mitad delincuente.
Claude ROSTAND
El compositor francés Francis Poulenc (1899-1963), que estudió piano con el español Ricardo Viñes, empleó tan sólo tres años en el estudio del contrapunto y la composición con su maestro Koechlin. Sin embargo, por cuenta propia, dedicó gran parte de su vida al estudio de la obra de Bach, que nutrió su labor creativa a lo largo de toda su carrera.
Fue uno de los jóvenes compositores que irrumpieron en escena después de la Primera Guerra Mundial tras provocar una renovación generacional en la música francesa. Todos ellos integraron el famoso Grupo de Los Seis, cuyo padrino fue Satie, mientras que Cocteau se erigió en portavoz del grupo al proclamar: «necesitamos una música a ras de suelo, una música normal y corriente».
Poulenc personificó un nuevo tipo de compositor del siglo xx, proporcionándole un nuevo papel, paralelo al de poeta o pintor, apoyado en una verdadera cultura que englobaba las artes plásticas, la literatura y la música de sus predecesores. No negaba lo que le debía a Debussy, a Mussorgsky y a Verdi, y afirmaba que no quería «que se le creyera hijo de padre desconocido».
Influido por tendencias modernistas, fue esencialmente conservador al incor- porar una vuelta a la tonalidad de manera tradicional, a pesar de sus acordes alterados y a veces, su pantonalismo. Su armonía se apoya principalmente en acordes tríadas y escalas diatónicas, que dota a su música de claridad, sencillez y de una economía de medios propia del clasicismo francés, sin cuestionar nunca la tradicional relación entre tónica y dominante. Esta claridad, junto con su fascinación por las músicas populares de moda en el París de entreguerras, hicieron que los críticos de ópera le acusaran de superficial. Sin embargo, Poulenc mantuvo un auténtico compromiso con su arte y el de sus contemporáneos. «Lo bueno que tiene Poulenc —dijo Ravel— es que se inventa su propio folclore».
Dentro de su impresionante catálogo de obras, el ciclo de canciones forman un corpus literario y musical de gran valor. Una lírica melodía impregna su música y subraya su importante contribución a la música vocal, particularmente a la canción francesa. Poulenc afirmaba que su música era su retrato: una ambivalencia entre la sobriedad de la arquitectura romana y la ligereza de las pinturas de Raoul Dufy, uno de sus pintores preferidos.
Una parte importante de la totalidad de la obra de Poulenc es la dedicada al piano. Sobre sus piezas breves, él mismo decía que «no eran tan buenas como decían los virtuosos, ni tan mediocres como aseguraban algunos críticos».
Promenades FP 24 es una suite para piano de 1921 que el compositor dedicó a Arthur Rubinstein.
Contiene diez pequeñas piezas que hacen un recorrido por los medios de transporte: 1. À pied; 2. En auto; 3. À cheval; 4. En bateau; 5. En avion; 6. En auto-bus; 7. En voiture; 8. En chemin de fer; 9. À bicyclette y 10. En diligence.
En una tarjeta de 1921 dirigida a Georges-Jean Aubry, Poulenc escribe: «He acabado una suite para Rubinstein, Promenades, que… es bastante difícil técnicamente». En 1923, el gran pianista polaco estrenó en Londres la obra, que fue recibida con gran admiración por parte del público y de los jóvenes compositores. Aunque no es una de las obras más maduras de Poulenc, resultó ser una importante contribución a la literatura pianística, pues en ella se exploran las posibilidades técnicas del instrumento. El lenguaje armónico es disonante, lleno, muchas veces, de segundas menores. Posee una clara textura que exige destreza en el toque, combina brillantez y delicadeza con ingenio y, por añadidura, desarrolla un objetivo técnico en cada una de las piezas que sugieren la sensación de movimiento de los diferentes medios de transporte sin ser estrictamente descriptivas.
De esta suite, las piezas que se escucharán en el concierto son:
IV. En bateau (En barco)
V. En avion (En avión)
VI. En autobus (En autobús)
VIII. En chemin de fer (En ferrocarril)
En En bateau, puede percibirse el oleaje encrespado a veces y otras, el vaivén del barco. En avion muestra, en su comienzo, el ascenso hacia las nubes. En autobus, el traqueteo discontinuo y anárquico de estos medios de transporte y En chemin de fer parece indicar el discurrir rápido, alegre y constante del tren sobre las vías.
A pesar de las cualidades de la obra, el autor se esforzó en retirarla hasta que por fin en agosto de 1952, revisó la partitura, cuya nueva edición estuvo preparada en 1953.
Tradicionalmente los artistas han puesto sus miras en la naturaleza tratando de imitarla por la belleza que encierra. Sin embargo, sabemos que los motivos que inspiran a un artista, ya sea este músico, pintor, literato o escultor, son enormemente variados. Ha habido poetas que han descrito un agradable paseo a pie, otros un trayecto en una antigua diligencia o bien el trote de un caballo.
Las máquinas, esas grandes amigas que nos hacen la vida mucho más fácil, han sido también motivo de inspiración repetidas veces. Este es el caso del compositor que nos ocupa, Francis Poulenc, quien escribió una suite a la que llamó Promenades, que hace un recorrido por los medios de transporte. Pero otros artistas tuvieron la misma idea y utilizaron los recursos plásticos para describir esos mismos transportes. Veamos algunos ejemplos:
Actividad 01
IV. En bateau es una breve pieza que recuerda el movimiento del barco y de las olas. Observa el cuadro de Friedrich y piensa qué te sugieren ambas obras.
Después, escribe un par de líneas a modo de microtexto literario que recoja tu idea o los sentimientos que te han surgido por la escucha y la contemplación simultánea de estas dos obras.
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Actividad 02
Escucha las piezas En bateau, En avion, En autobus y En chemin de fer de la suite Promenades (Paseos) de Poulenc mientras contemplas la propuesta artística de un pintor para esos transportes.
V. En avion
Fíjate en el comienzo de esta pieza. El diseño melódico del primer compás es claramente ascendente. Podría sugerir el ascenso de un avión hacia el cielo. Mientras escuchas esta pieza, observa también el cuadro y haz el mismo ejercicio: trata de dejar libre tu mente y escribe después un breve comentario de un par de líneas que reflejen tu experiencia auditiva y visual.
Avioneta por E. Descals
Actividad 03
Escribe también algún pensamiento tras la escucha y observación de las obras siguientes: VI. En autobus y VIII. En chemin de fer.
El bus por Frida Kahlo
Saint Lazarepor C. Monet
Actividad 04
Otras obras que evocan el ruido de máquinas o medios de transportes son los siguientes ejemplos que te presentamos: Pacific 231 y La bagarre (La pelea), de los compositores Honegger y Martinů respectivamente. Escúchalos mientras ves las imágenes. Trata de establecer una comparación entre estas dos piezas y En chemin de fer de Poulenc que ya conoces.
Mientras escuchas, completa el cuadro siguiente en el que debes anotar: 1. La instrumentación y efectos sonoros; 2. El carácter de cada una de ellas (agresivo, mecánico, dulce, alegre…); 3. Aspectos musicales descriptivos de la maquinaria del tren, del avión o de otras escenas; 4. Al final tienes un apartado libre en el que puedes hacer una valoración personal que recoja tus impresiones, la obra que más te ha gustado o alguna opinión que desees expresar.
En chemin de fer de poulenc |
Pacific 231 de Honegger | La bagarre de Martinů | |
Instrumentación y efectos sonoros | |||
Carácter de la pieza | |||
Aspectos musicales descriptivos | |||
Apartado libre o de valoración personal |