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Guía Didáctica

Recitales para jóvenes de la
Fundación Juan March Curso 2014/2015

Ruido, máquinas y música para piano, percusión y narrador

4.4. Sergei Prokofiev

Toccata Op. 11 para piano

Objetivo: la repetición como principio de composición y motor de la música

Energía, seguridad, voluntad indomable, ritmo de acero, sonido voluminoso, una cualidad épica peculiar que evitaba escrupulosamente toda sensación de un exceso de refinamiento o de intimidad, pero al mismo tiempo, una habilidad notable para mostrar un lirismo auténtico, poesía, tristeza, reflexión, una calidez humana extraordinaria y una inclinación por la naturaleza fueron los principales rasgos de su estilo pianísitico. Pero lo más valioso de su interpretación era su habilidad para transmitir el proceso de pensamiento del compositor mediante la ejecución de su obra.

Heinrich NEHAUS

Sergei Prokofiev

El talento de Sergei Prokofiev (1891-1953) para el piano determinó, sin duda, su obra para teclado, en la que se dan dos aspectos divergentes que pueden generalizarse al resto de su producción: una áspera agresividad frente a un lirismo romántico. Por otro lado, su música posee también elementos mecánicos, formas tradicionales trasladadas al lenguaje contemporáneo y un ideario estético muy personal que se presenta condensado, sobre todo, en sus sinfonías.

El análisis que Prokofiev3 hizo de su propio estilo creativo destaca la «línea melódica y lírica» como la más importante, insistiendo en que el elemento grotesco, al que él mismo denominó scherzoidad (que más tarde matizaría como «tonterías» «carcajada» o «burla») estaba subordinado a la melodía. Ambos aspectos, la scherzoidad y el lirismo constituían, según el compositor, sus recursos personales frente a la composición.

El ingrediente de la innovación, sobre todo armónica —enlaces inusuales de acor- des perfectos y exploraciones próximas a Bártok—, estuvo siempre presente en sus composiciones como legado de sus maestros. La línea «motriz» o de «toccata», es decir, la tendencia a la precisión rítmica, la velocidad y una regularidad de movi- miento parecidos a las de una máquina, se derivó, entre otras, de la famosa Toccata para piano de Schumann, obra que Prokofiev tocó con gran éxito en sus primeros recitales. A pesar de estos aspectos que todos, incluido él mismo, reconocen como presentes en sus obras, no es posible jerarquizarlos cronológicamente, pues más bien aparecen como elementos constantes de su creación.

Un compositor clásico es un loco que escribe música incomprensible para los de su propia generación.

Sergei PROKOFIEV

La Toccata en Re menor Op. 11 fue escrita en 1912 y estrenada en Petrogrado (actual San Petersburgo) en 1916 por el propio compositor.

Siegfried FinkRetrato de Prokofiev por P. Konchalovsky, 1934

La toccata, por su virtuosismo, es la pieza estrella del teclado: sus armonías de carácter improvisatorio, sus majestuosas escalas, la figuración en acordes partidos, el cromatismo, las melodías ornamentadas, las notas pedales, los acordes animados por pasajes virtuosísticos, así como otros elementos, hacen de ella una de las formas musicales más apreciadas de los grandes intérpretes del teclado desde el siglo xvi. Engrandecida durante el Barroco por J. S. Bach, permanece hasta la etapa contemporánea como muestra de las posibilidades técnicas que puede ofrecer el instrumento.

La Toccata de Prokofiev supone un amplio desarrollo de estos antecedentes a los que hay que añadir las toccatas de Schumann, Ravel, Kabalevsky y Kachaturian, que sin duda le influyeron.

Comienza con una incesante repetición de la nota re, alternando ambas manos, la izquierda en octava. Enseguida, la mano izquierda comienza a saltar describiendo una línea cromática fracturada en dos alturas mientras la derecha toca una figuración repetida y mecánica. Pronto las manos cambiarán sus posiciones, aunque el «motor» rítmico continúa en marcha. Terceras deslizantes se enmarcarán después en líneas melódicas que se mueven por movimiento contrario. Dos veces más se escuchará el tema del principio: una para dar paso a otra sección virtuosística y la última, como preparación de la cadencia final.

Esta pieza tan difícil es muy popular entre los pianistas virtuosos y ha sido grabada numerosas veces. Se dice que incluso el mismo Prokofiev tuvo problemas con esta toccata dadas las dificultades que presenta.

La obra, libre de reglas académicas, juega con los elementos armónicos, rítmicos y melódicos de manera inusual: la melodía surge de la propia armonía y ésta a su vez se utiliza como elemento rítmico. Todo ello responde a un pulso incesante como de motor en marcha.

https://www.youtube.com/watch?v=G0EqtLVD3sw/

Actividades

La Toccata Op. 11 de Prokofiev comienza con el siguiente motivo sobre el primer grado de la escala de Re menor:

Comienzo de La Toccata Op. 11 de Prokofiev

Actividad 01

Escucha la obra completa y fíjate cómo se crea un motor rítmico a base de repetir una fórmula sobre la que se van desplegando melodías, acentos o acordes. La sensación sonora es como de una máquina en marcha:

https://www.youtube.com/watch?v=G0EqtLVD3sw/

Actividad 02

Observa ahora el siguiente ejercicio a dos partes escrito en tres líneas: las dos de abajo (palmas en pierna izquierda y derecha) presenta la fórmula rítmica propuesta por Prokofiev en su Toccata. La parte superior despliega un juego de acentos que de- ben ajustarse al motor rítmico creado por el bajo o base. Puedes interpretar con palmas en piernas las dos líneas de abajo y la línea superior con la voz. También podéis instrumentar el ejercicio con claves, panderos y otros instrumentos disponibles en el aula. Trabajad todos ambas partes. Una vez que podáis interpretarlas con precisión, haced dos grupos e intentad invertir los papeles de cada grupo sin interrumpir la pieza.

Fórmula rítmica propuesta por Prokofiev en su Toccat

Enlaces y referencias

2 Prokofiev, S.:Autobiografía, Madrid, Intervalic University, 2003; ed. original de 1941.

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