El color me posee. No tengo que tratar de capturarlo.
Me posee por siempre, lo sé. Ese es el sentido de la hora dichosa:
yo y el color somos uno. Soy pintor.
PAUL KLEE, Diarios
Color. [del lat. color, -ōris] m. Sensación producida por los rayos luminosos que impresionan los órganos visuales y que depende de la longitud de onda (definición de la RAE).
Efectivamente, un color no es algo tangible, sino una sensación, que depende del modo de percepción lumínica del individuo. Es por esto que no todos los seres vivos perciben los colores de la misma manera, algunos tienen dificultades para diferenciarlos y otros no los perciben en absoluto. El mismo fenómeno ocurre con los medios de captación de imágenes; la gama de colores y tonalidades puede variar dependiendo de la calidad del receptor, el soporte de grabación o la pantalla utilizados.
Tanto la vista como el oído distinguen una serie de percepciones asociadas con espectros de frecuencia. A lo largo de la historia, filósofos, físicos y artistas se han interesado por las relaciones entre luz y sonido, entre color y música.
Aristóteles, en su obra De sensu et sensibilia, afirma que la estética de los grupos de los colores está gobernada por las mismas proporciones que gobiernan las consonancias musicales. Newton consiguió demostrar en 1704 de modo cuantitativo las relaciones físicas entre la luz y el sonido. Los artistas, especialmente a partir del siglo XX, han indagado en estas conexiones, especialmente en los procesos sinestésicos o de identificación entre colores y sonidos musicales.
Antes de soñar con una gama cromática, pienso que hace falta soñar con el establecimiento del acorde perfecto. DO un rojo, MI un amarillo, SOL un azul o un verde, DO un rojo claro o rosa.
PAUL SÉRIUSER, pintor post-impresionista francés.
Uno de los grandes dramas de mi vida consiste en decirle a la gente que veo colores cuando escucho música, y ellos no ven nada, nada en absoluto. Eso es terrible. Y ellos no me creen. Cuando escucho música yo veo colores. Los acordes se expresan en términos de color para mí. Estoy convencido de que uno puede expresar esto al público.
OLIVIER MESSIAEN, compositor francés
En psicología, se denomina sinestesia a una imagen o sensación subjetiva, propia de un sentido, determinada por otra sensación que afecta a un sentido diferente. Hay diferentes tipos, en función del sentido afectado. Los individuos sinestésicos suelen tener gran memoria visual y un alto coeficiente intelectual, ser zurdos o ambidiestros y muy creativos.
En torno al concepto de tonalidad se clasifican los tonos y colores en el ámbito del arte visual y musical. De este modo podemos analizar la función de cada elemento presente en una obra musical o plástica, según los colores que en ella aparecen.
La tonalidad sinestésica se refiere a la relación de correspondencia entre sonidos afinados y colores, determinados por la visión y audición de individuos que presentan sinestesia.
Resulta curioso que Paul Klee no prestase excesiva atención a las analogías entre color y música, ignorando tanto la tradición anterior como a sus contemporáneos, músicos y artistas plásticos.
Del mismo modo, tratándose de un artista amante de la naturaleza, en la que como hemos visto hallaba elementos polifónicos, parece extraño que en sus comienzos despreciara el color, por considerarlo una simple decoración. Sin embargo, su viaje a Túnez en 1914 le abre al mundo del color y la abstracción, mostrando un progresivo interés por el papel de éste en la configuración pictórica, hasta el punto de impartir clases sobre teoría del color y su mezcla en la Escuela de la Bauhaus.
Teniendo en cuenta los debates científicos sobre el color de sus coetáneos, Klee resultaba poco innovador, apoyándose principalmente en la Teoría de los colores (1810) del poeta y novelista alemán Goethe.
Las enseñanzas de Klee en la Bauhaus se centraban en sus hallazgos a lo largo de años de búsqueda, partiendo de ensayos en blanco y negro: dibujos sobre cristal ahumado y acuarelas trabajadas mediante veladuras superpuestas. Estos procedimientos le llevaron a un amplio conocimiento de las relaciones del claroscuro, que empezó a aplicar también a las veladuras en color.
En sus denominados cuadros de cuadrados se evidencia su confrontación con el tema del color; los colores básicos suelen aparecer mezclados con negros, no en estado puro.
En sus clases, Klee destaca el punto central gris de su esfera cromática como «el origen de todo ser».
La obra tardía de Klee se caracteriza por el uso intuitivo del color, llegando a combinar de manera libre tonos y matices no siempre compatibles desde el punto de vista de las normas de la armonía cromática.