2 EL DÚO: Violín y piano

2.2 El piano

Bartolomeo Cristofori, alrededor del año 1700, creó un instrumento de teclado capaz de producir sonidos suaves y fuertes; de ahí que le diera el nombre de pianoforte. Diseñó un complejo mecanismo mediante el que, al pulsar las teclas, se activan una serie de macillos forrados con fieltro que golpean otras tantas cuerdas de acero. Por eso se clasifica como un instrumento de cuerda percutida.


Interior de un piano
Interior de un piano

Las cuerdas se instalan dentro de un arpa metálica en el interior de la caja de resonancia. El teclado lo forman entre 85 y 88 teclas blancas y negras, según los modelos. El piano, además, consta de dos pedales: el pedal derecho permite que los sonidos se prolonguen y mezclen. El izquierdo hace posible la ejecución en sordina, es decir, con una intensidad general más suave.

Extensión del piano
Extensión del piano

El hecho de poder tocar una nota diferente con cada dedo proporciona al piano una enorme capacidad expresiva como solista o acompañando a otros instrumentos, a cantantes o a una orquesta. Franz Liszt, uno de los más grandes intérpretes y compositores de música para piano, lo expresó así de bien: «En el espacio de sus siete octavas, el piano comprende la extensión de una orquesta; los diez dedos de un solo hombre bastan para completar las armonías producidas por cien instrumentos».

Aunque los mejores pianos son los de cola, como los que se utilizan en las salas de concierto, los más extendidos son los pianos verticales, por su menor precio y el espacio más reducido que requieren. (Para saber más sobre la historia del piano, puedes ver la Guía didáctica «Los secretos del piano» en la página web de la Fundación Juan March).



Piano de cola
Piano de cola

Piano vertical
Piano vertical

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