7.3. El Modernismo literario

Puesto que entre los poetas cantados se encuentra Juan Ramón Jiménez y el texto elegido corresponde a su primera etapa sensitiva o modernista, extenderemos un poco lo dicho anteriormente sobre el Modernismo.

Se trata, como ya sabemos, de un movimiento de ruptura con la estética vigente a finales del siglo XIX. Dentro de los orígenes del Modernismo hay que mencionar el papel decisivo en este movimiento de los autores hispanoamericanos. Estos rechazan la tradición española a excepción de Bécquer y miran a Francia como referente literario, en concreto a dos movimientos coetáneos:

  • Parnasianismo. Defiende la idea de «el arte por el arte» buscando sobre todo la perfección formal y la belleza. Su autor más influyente fue Théophile Gautier.
  • Simbolismo. Para los simbolistas, la realidad encierra tras su apariencia significaciones profundas. El poeta debe descubrirlas y transmitirlas. Para ello se sirven de los símbolos, imagen física que sugiere algo no perceptible físicamente. Su representante más relevante fue Charles Baudelaire.

El Modernismo es en buena medida una síntesis de parnasianismo y simbolismo. De los parnasianos toman el anhelo de perfección formal, los temas exóticos y los valores sensoriales. De los simbolistas, el arte de sugerir a través del símbolo y la musicalidad.

Dentro del Modernismo, podemos diferenciar dos tendencias: una más exuberante y otra más intimista. Dentro de la primera, encontramos una serie de constantes: el exotismo, lo aristocrático, lo cromático, la musicalidad... —princesas, cisnes, salones versallescos, perlas y marfiles, erotismo...—; dentro de la vertiente intimista, hallamos un tono más contenido, más melancólico, incluso existencialista. Para apreciar las diferencias, proponemos dos poemas de Rubén Darío:

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