Puesto que entre los poetas cantados se encuentra Juan Ramón Jiménez y el texto elegido corresponde a su primera etapa sensitiva o modernista, extenderemos un poco lo dicho anteriormente sobre el Modernismo.
Se trata, como ya sabemos, de un movimiento de ruptura con la estética vigente a finales del siglo XIX. Dentro de los orígenes del Modernismo hay que mencionar el papel decisivo en este movimiento de los autores hispanoamericanos. Estos rechazan la tradición española a excepción de Bécquer y miran a Francia como referente literario, en concreto a dos movimientos coetáneos:
El Modernismo es en buena medida una síntesis de parnasianismo y simbolismo. De los parnasianos toman el anhelo de perfección formal, los temas exóticos y los valores sensoriales. De los simbolistas, el arte de sugerir a través del símbolo y la musicalidad.
Dentro del Modernismo, podemos diferenciar dos tendencias: una más exuberante y otra más intimista. Dentro de la primera, encontramos una serie de constantes: el exotismo, lo aristocrático, lo cromático, la musicalidad... —princesas, cisnes, salones versallescos, perlas y marfiles, erotismo...—; dentro de la vertiente intimista, hallamos un tono más contenido, más melancólico, incluso existencialista. Para apreciar las diferencias, proponemos dos poemas de Rubén Darío: