Ejemplo 7:

Pastoral (1945)

Textor: Juan Ramón Jiménez (1881-1958)
Música: Federico Mompou (1893-1987)


Análisis del texto
Este poema pertenece al libro homónimo publicado en 1911, pero compuesto entre 1903 y 1905. Forma parte de los poemas que Juan Ramón Jiménez escribió durante su estancia en Guadarrama, en la casa del Dr. Simarro, donde intentaba recuperarse de una profunda depresión motivada por la muerte de su padre en 1900.

  • Pastoral
    • Los caminos de la tarde
      se hacen uno con la noche
      por él he de ir a ti
      Amor que tanto te escondes.
      Por él he de ir a ti
      como la luz de los montes
      como la brisa del mar
      como el olor de las flores.

El tono del libro en su conjunto contiene un marcado aire popular, pero expresado desde el íntimo «yo lírico» del poeta. En el texto ese aire popular se refleja claramente en la forma estrófica elegida por Juan Ramón, la copla. La musicalidad que proporciona este metro al poema se ve reforzada en la segunda estrofa por el paralelismo de los tres últimos versos, que dota al poema de un ritmo muy marcado acentuado además por la distribución del acento prosódico en las sílabas 1, 4 y 7, que por otra parte es la cadencia que predomina en el poema.

Ese aire popular se puede observar, asimismo, en la simbología de elementos de la naturaleza —el mar, los montes, las flores—. Por otra parte, el intimismo delicado del amor que se canta engarza perfectamente con el tono y el ambiente natural del poema, donde nada es estridente.


Análisis de la música
En 1945 Federico Mompou puso música a dos poemas de Juan Ramón Jiménez; el segundo de ellos es esta Pastoral que por la sencillez de su texto encaja perfectamente con el estilo íntimo y sin artificios de Mompou.

En esta pieza el piano tiene un papel destacado, funcionando no solo como acompañamiento de la melodía vocal, sino como eco de ésta después de cada estrofa. Al tratarse de un texto más evocativo que discursivo, la música asume el mismo rango, con una melodía expresiva y un acompañamiento delicado.

Mompou elige un ritmo binario y un tempo tranquilo, que llama a la contemplación y al sosiego, dejando respirar a las frases musicales, cada una de las cuales corresponde a un verso.

El piano inicia su acompañamiento con acordes arpegiados, recordando el sonido de una guitarra o un arpa. Tras la primera estrofa cantada, un interludio del piano reproduce la misma melodía (con octavas dobladas) y la amplía hasta una cadencia modal.

La segunda estrofa arranca con mayor dramatismo, es el momento más agudo de la canción, donde el arco musical alcanza su máxima amplitud para reconducirlo hacia una repetición del final de la primera estrofa, seguida por otro interludio del piano —que es como el anterior—. Finaliza con una pequeña coda consistente en la repetición del último verso.

Sobre Federico Mompou (1893-1987) puedes consultar la nota biográfica y la información añadida que apareció anteriormente.


Un poeta muy musical: Rafael Alberti (1902-1999)
Para saber sobre la vida y la producción literaria de Rafael Alberti, consulta este enlace:
http://bib.cervantesvirtual.com/bib_autor/alberti/

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