Flautista de formación clásica y artista sonoro, ha colaborado con compositores experimentales como David Behrman, Alvin Lucier o Yasunao Tone. Fundadora del Bowery Ensemble, grupo muy relacionado con los compositores Morton Feldman y John Cage durante los años 80 en Nueva York. Ha realizado diversas instalaciones audiovisuales en colaboración con otros artistas como Paloma Navares, Francesc Abad, Pere Noguera o Eugenia Balcells. Sus composiciones colaborativas de video y música con Benton C. Bainbridge, Ursula Scherrer, Toni Serra, Francesca Llopis y Adolf Alcañiz se han presentado en entornos muy diversos, desde el Z to A Festival, organizado por el Storefront for Art and Architecture en Nueva York, hasta el Festival LOOP de videoarte en Barcelona. En colaboración con el MACBA, comisarió la exposición Posibilidad de acción. La vida de la partitura, muestra dedicada a la exploración de la notación musical entendida, en sentido amplio, como un soporte de transmisión a la vez musical y visual. Fue creadora del festival Música a Metrónom, donde desarrollo un laboratorio de creación artística en colaboración con científicos del CSIC.
Es cualquier actividad artística que manifiesta una sensibilidad por el sonido y que va más allá de una estructura específicamente musical; en ella se sintonizan sus vibraciones sociales, espaciales, públicas y relacionales.
En mi práctica artística, creo música con una consciencia del sonido en sí. Como ha señalado Brandon LaBelle, el arte sonoro está atravesado por cierta musicalidad.
Con la de músico, performer, sound artist.
En vídeo, instalación, performance, concierto, radio, poesía.
Instrumento acústico (flauta clásica), live electronics, manipulación digital del sonido, collage, síntesis analógica, grabación de campo.
¡Nunca he vendido nada! Alguna vez mi trabajo se ha expuesto en espacios que participan en los circuitos comerciales del arte, como por ejemplo en la Solyanka State Gallery de Moscú en 2011 o en la Galerie Academia de Salzburgo en 1994.
Creo que el arte sonoro se ha puesto de moda…
No.
No sé.
He tenido la suerte de que mi formación como artista se produjera justo en una época de cambio fabulosa. Bajo la generosidad de John Cage (mi primer encuentro con su aprobación —«marvelous, marvelous»— fue a mis 18 años), se abrió la puerta a diferentes maneras de vivir como artista, de crear espacios fuera de las estructuras de poder, de relacionarme y crear en colaboración, de improvisar y saltar los límites. Como intérprete, tuve la inmensa suerte de trabajar con artistas/mentores como Yasunao Tone, Alvin Lucier y Joan Brossa. He podido participar en el proceso de creación de los lenguajes intermedia de nuestro tiempo, colaborando en proyectos audiovisuales con artistas como Eugènia Balcells, Carles Santos, Pere Noguera, Phill Niblock, Ursula Scherrer y Richard Garet, entre muchos otros.