Se exhibe cada vez más en exposiciones de «arte sonoro» y creo que no solo debería ser así.
–
No.
Sí.
No, se muestran en exposiciones no específicas como cualquier otra obra.
No puedo hablar más que por mí misma, las he realizado cuando he tenido una idea, como en general todo mi trabajo, sea sonoro o no.
No necesariamente.
Son obras que se producen y se exhiben en circuitos específicos, que se han establecido gracias a los propios creadores o instituciones sensibles que las han integrado en su programaciones, iniciativas, muestras o eventos puntuales.
No lo sé.
De acuerdo, aunque hay eventos centrados en dicha característica sonora.
No tiene por qué. Basta con interesarse un poco para observar el auge de artistas que trabajan en el ámbito del arte sonoro, así como el volumen de obras que originan continuamente en este entorno de una forma natural y constante al margen de los eventos especiales. Sin embargo, en muchos casos, las características técnicas (relacionadas con el espacio, la logística, los medios técnicos, etc.) condicionan su exhibición, de ahí la importancia que adquieren, por su carácter dinamizador, los eventos especiales que permiten poner de manifiesto la cantidad y calidad de muchas de estas obras que se producen y que requieren de unas condiciones muy específicas.
No.
Más bien está ligado a ciertas posibilidades de financiación.
No.
En mi caso, he expuesto estas obras como cualquier otra. De hecho, tengo mi Diafragma heptafónico, opus 9 de 1.601 horas de duración colgado en el Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, rodeado de pinturas y esculturas de mis colegas académicos. Y hace unas semanas, como he señalado, presenté en el certamen Luz y Vanguardias mi Diafragma heptafónico 49 para Salamanca, opus 13 sobre la fachada del Ayuntamiento de Salamanca.
En realidad las artes sonoras nos acompañan siempre. Por ejemplo, la música popular es parte de nuestro entorno como algo continuo. Se oye en todo momento.
No creo que se produzcan las obras con ocasión de eventos especiales, no desde luego en muchos casos. Hay un nutrido grupo de artistas trabajando en diversas secciones de la esfera del arte sonoro que desarrollan su trabajo día a día en este campo. Otra cosa es cómo se muestran al público, en ese caso tal vez sí debamos hablar de eventos especiales para su difusión, lo que desde luego en mi opinión es un dificultad a la que nos enfrentamos y que hay que combatir.
Sí, esa es la realidad.
No necesariamente. Todos los eventos son especiales.
Entre la producción y la exhibición puede haber un abismo, lo que sí es cierto es que la exhibición suele producirse con ocasión de eventos especiales.
Con una posición anfibia entre las artes, sin un lugar propio de presentación y con una clara vocación de «ocupar» espacios si no insólitos y especiales, sí al menos considerados desde una perspectiva singular, su presentación, necesariamente, conlleva un carácter de evento especial.
Los autores se autoproducen y buscan canales de exhibición, casi siempre fuera de la institución.